1. El pago de la cuota atrasada del gimnasio (parte 1)


    Fecha: 06/05/2025, Categorías: Gays Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    ... todo depilado.
    
    -Sí, por la natación, para no tener problemas con los speedo y porque queda mejor estéticamente, me confió.
    
    -Ya lo veo que te queda mucho mejor estéticamente, le dije, de puro baboso.
    
    -Sí, me respondió y se volvió hacia mí mientras se enjabonaba los genitales y las piernas.
    
    Di un respingo cuando vi cómo se enjuagaba subiendo la cara hacia la lluvia y cerrando los ojos.
    
    -Verdaderamente te queda muy bien la depilación, tenés un cuerpo perfecto.
    
    -¿Te parece?
    
    Y fue girando, como un modelo.
    
    -Tengo contracturas en la espalda y a la altura de los riñones, pero Fede me dijo que eran producto del estrés.
    
    -Te vendría bien un buen masaje, dije con voz entrecortada. Algo sé del tema, mentí. Si querés, te puedo hacer algo.
    
    -Pero te vas a mojar todo.
    
    -No hay problema, me saco la remera y el pantalón, ya estoy en ojotas. El bóxer me lo puedo cambiar, si se moja (ya lo tenía mojado de líquido preseminal).
    
    -Si no tenés drama, es acá atrás y me señaló partes de la espalda y la cintura.
    
    Se me hacía agua la boca mientras me desvestía, rogando para que no se volviera y viera mi bulto. Me acerqué y le dije que dejara caer el agua sobre el pecho para no salpicar tanto, que lo relajaría más. Y me apliqué a masajearle torpemente debajo de los omóplatos hasta que encontré un nudo de casualidad.
    
    -¡Qué manos suaves! Se nota que sabés de qué se trata, me dijo.
    
    -No tanto, un poco, me defiendo y apliqué presión en el nudo mientras le acariciaba el ...
    ... resto de la espalda.
    
    -Ahí, se va aflojando, seguí ahí.
    
    Yo quería ir más abajo y fui abriendo las palmas, más para acariciarlo que para masajearlo. Seguí bajando las manos hasta llegar a la altura de los riñones, donde presioné un poco más a ambos lados de la columna y él gimió.
    
    -¿Te sentís bien así?
    
    -Sí, seguí por favor.
    
    -A tu orden, y le refregué bien la zona, totalmente empalmado.
    
    -¡Uf!, resoplaba cada tanto.
    
    -Avisame si te molesta o te duele.
    
    -Para nada. Hoy tuve calambres en los cuádriceps, me contó.
    
    -Dejame ver, y me dediqué a sus muslos, bajando y subiendo hasta el borde de sus nalgas perfectas y redondas.
    
    Fui rodeando sus muslos con mis manos haciendo como si lo masajeara, siempre subiendo un poco más arriba, hasta la pelvis.
    
    -Se siente increíble, me dijo.
    
    -Me alegra que te esté sirviendo. Date vuelta, así te doy masajes al revés, de adelante para atrás.
    
    -No, me dijo.
    
    -No tengas vergüenza, ¿pasa algo? Dale, no seas chiquilín y comencé a voltearlo tomándolo de la cintura hasta que noté el motivo de su embarazo. Estaba bien al palo, con su pija recta, de tamaño normal y su glande rosado y brilloso.
    
    -¡Qué hermoso palo tenés!
    
    -¿Te gusta? ¡Sos puto!
    
    -Me gusta mucho. Y estoy viendo el pago de una cuota. Además, a vos se te paró con los masajes, le dije.
    
    -Y a vos también, me parece, respondió al advertir mi erección.
    
    -Es que tenés un cuerpo hermoso y volví a masajearle los muslos por adelante y por atrás, subiendo cada ...
«1234...»