1. El pago de la cuota atrasada del gimnasio (parte 1)


    Fecha: 06/05/2025, Categorías: Gays Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    ... vez más cerca de la ingle, teniendo su pija enhiesta a diez centímetros de mi cara.
    
    -¿De verdad me perdonarías una cuota?
    
    -No te la perdonaría, te la cobraría, acá y ahora, si vos querés y me arrodillé frente a él, sin dejar de masajear sus muslos, pero llegando por detrás hasta sus nalgas.
    
    Me tomó de la cara y, mirándome a los ojos, me pidió que le prometiera que no se lo contaría a nadie.
    
    -Tenés mi palabra, me juego el trabajo. Si te estuve bancando hasta hoy, no te voy a fallar ahora, tomándolo de los glúteos.
    
    Levantó la cara hacia la ducha y se dejó llevar. Me puse su glande entre los labios, tan suave, tan rosado, tan hermoso, y empecé a chupárselo de a poco, mientras lo atraía hacia mí con sus nalgas, hasta que pude tragarme toda su pija y me la quedé un rato dentro de la boca jugueteando con mi lengua. Gimió de placer y me tomó de la cabeza. Lo dejé hacer y me empezó a coger despacio por la boca. Le seguí el ritmo, aunque cada tanto me la sacaba para saborear el glande y lamerle todo el tronco por afuera hasta llegar a sus huevos, también depilados, bien juntitos y muy suaves.
    
    Así estuvimos unos cinco minutos cuando se puso tenso e intuí que se iba a correr, así que le apreté bien fuerte la base del pene para contenerlo. Me miró a los ojos sorprendido y le dije que todavía no y que la cuota no era barata y había generado intereses.
    
    Lo di vuelta y lo hice apoyarse sobre la pared de la ducha, para lamerle toda la espalda mojada de arriba hasta ...
    ... abajo, y me extendí hasta sus glúteos, se los mordí suavemente y le di varios chupones suaves y lamidas. De ahí pasé al centro, separando sus nalgas y me dediqué a saborear su culito virgen y lampiño a puros lengüetazos, que lo hicieron gemir de puro placer.
    
    -¡Qué hermosa depilación te hicieron!
    
    -Me la hizo una amiga de mi mamá, pero no me cobró nada.
    
    -Una depilación tan buena debe ser cara.
    
    -Sí que es cara, pero no me cobró y me desvirgó.
    
    -¿Paro o sigo?, lo provoqué.
    
    -Seguí, por favor, con voz ahogada.
    
    -¿Me vas a contar cómo te desvirgó?
    
    -Otro día, me respondió jadeando.
    
    Me empeñé a fondo, le metí la lengua varias veces y le ensalivé bien el ano, hasta que le metí lentamente un dedo para masajearlo, la lengua y un dedo, más masajes y más lengua, más adentro el dedo índice, hasta que se lo metí del todo y masajeé su culito virgen. Dio un respingo, pero se amoldó, así que lo invité a darse vuelta de nuevo para volver a comerme su pija que chorreaba bastante líquido seminal, que chupé con todo gusto mientras lo miraba a los ojos como prometiéndole más.
    
    Me miró, me agarró la cabeza y empezó nuevamente a cogerme por la boca. No le soltaba un glúteo y seguía el mete y saca con mi dedo índice, hasta que se puso tenso otra vez. Volví a presionarle la base del pene, bien apretada hasta que gimió de dolor, mientras me ponía de pie. Tenía el caramelito a punto, como le decía mi mujer. Le sostuve la presión hasta que se calmó y me susurró:
    
    -¡Que puto sos!, ...
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