1. Mi tío, mi tía, mi primita y yo (12)


    Fecha: 08/05/2025, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... del clítoris, hacia abajo para que me encontrara con los labios y la abertura, incluso más abajo por momentos, para que lamiera cerca de su culo. “Y vos que tal, como se está portando el sobri ahí abajo?” “Re bien, le está ensalivando todo a la tía, un placer la verdad. Muy suave la lenguita del nene” contestó Cele mientras abría aún más las piernas, y atraía mi cara con más fuerza.
    
    Ya era un charco de su lubricación natural y de mi propia saliva, no podía creer lo mucho que me gustaba esto, y ya estaba deseando el momento de chupársela a Mica también. Volví a mirar de reojo a Mica. Estaba muy concentrada también, con la carita colorada y las sienes transpiradas, chupando con mucha dedicación, ganándose el lechazo de su tío. Yo estaba cada vez más seguro de su bisexualidad, le gustaba la concha, eso no tenía dudas, pero la pija y la leche la fascinaban también.
    
    Cele me dio unas palmaditas en la cabeza, y sin decir nada me miró como retándome por mi distracción, y después con una sonrisa me hizo señas de que me acerque a ella. Me le subí encima, no sabía si era que quería que la cogiera o que. Pero era para decirme algo. Mientras mi pija parada cubierta por el boxer estaba apoyada en su conchita, me dijo al oído “ponete despacito atrás de tu primita, correle un toque la bombacha y chupale el culo. Le va a gustar”.
    
    Mientras me lo decía acompañó sus palabras metiendo fugazmente su mano en mi boxer y acariciándome las nalgas y el ano. Me retiré hacia atrás, y despacito ...
    ... me puse atrás de Mica. Ella seguía chupando con toda dedicación y ni se percató de que yo estaba atrás suyo apunto de hacer esa travesura. Cele me hizo una seña, le corrí la bombacha a mica, y me mandé de cara, de lengua, a ese culito. Mica se retorció y su instinto fue levantar el culito, sin dejar de chupar pija, sin desconcentrarse de eso ni un segundo.
    
    Yo, embaladísimo ya, empecé a chupar con furia, metiendole directamente la lengua en la cola, saboreando, babeando, oliendo todo. Cele se incorporó y la empezó a tocar, con tres dedos le masajeó la conchita, primero por encima de la bombacha, y después empezó a colarlos por debajo de la tela, para finalmente meter un dedito, mientras yo seguía lamiendo esa cola y metiendole la lengua sin parar. Mica gemía, pero gemía con la boca llena, ahogada con la pija de Rodri, que tenía los ojos cerrados, seguramente intentando prolongar lo más posible el pete soñado que le estaba haciendo su sobrinita. Pero en un momento la sobrinita no aguantó más y empezó a acabar, lo sentí en su culito virgen contrayéndose sobre mi lengua. Y Rodri, como me hubiera pasado a mi también, no pudo contener la leche ante tan preciosos sonidos y espectáculo, y eyaculó en la boca y garganta de su sobrinita, una cantidad tal, al parecer, que Mica en un momento se ahogó y terminó tosiendo, tosía mientras acababa, atragantada con la pija y la leche de su tío.
    
    Cuando paró de toser nos miró, estaba colorada, transpirada, y una gota de leche le salía por la ...