1. Mi tío, mi tía, mi primita y yo (12)


    Fecha: 08/05/2025, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... nariz, tanto se había atragantado y tosido. “Hijos de puta” nos dijo sonriendo. Lo miró a Rodri y le dijo “te gustó, tío? Me confundieron estos, perdón”. “Si, hermosa, fue uno de los mejores petes de mi vida, sos una gran peterita, sobri.
    
    Que suerte tu noviecito
    
    ”,
    
    dijo Rodri, y me guiñó el ojo
    
    . Mica nos miró con una sonrisa triunfal.
    
    “
    
    Bueno,
    
    acabaron todos, falto yo” dijo Cele, y recostandose me miró como dandome a entender que estaba en falta. Ya acomodada, me tiré sobre su concha de nuevo y empecé a chupar con pasión. Ella me agarraba de los pelos, un poco fuerte, casi tironeandome ya, y me manejaba aplacer. A mi me encantaba esa situación, mi tía enseñandome y disciplinandome mientras yo le chupaba la cajeta, todo observado por mi tío y por mi primita (todavía con restos de leche de mi tío en la boca y alguna que otra gotita en la cara), era un sueño. Y en ese momento, cuando pensé que no podía ser más intenso lo que estaba viviendo, sentí que me bajaban el boxer de un tirón.
    
    Era Micaela que venía a devolver el favor recibido. Sentí que me separaba las nalgas y que su lenguita empezaba a chupar mi culo con furor. Nunca me habían hecho eso, al mismo tiempo me resultaba raro e incómodo pero muy placentero y excitante. Y me terminé de entregar cuando me manoteó la pija. Ahí empecé a levantar el culo, mientras ella daba lenguetazos a mi ano y mis huevos y con la mano derecha me pajeaba. Ya tenía la pija y los huevos doloridos de tanto acabar, pero ...
    ... ya estaba que acababa de nuevo. Y todo sin dejar de comerle la concha a Cele. Segundos después Cele empezó a acabar, aumentando sus tirones de pelo, directamente refregandome la cara contra su concha como si fuera un juguete sexual más, un vibrador humano.
    
    Yo, feliz. Su orgasmo duró unos 30 segundos. Mientras Micaela seguía chupando y pajeando. Cuando terminó de acabar me levantó la cabeza de un tirón, se deslizó cerca de mi pija, me miró a los ojos y me dijo “acabame la conchita sobri, te lo ganaste” Mica, detrás mío, empezó a pajearme más fuerte. Rodri (lo supe después porque me contó Mica) frotaba su pija, que también estaría dolorida de tanto acabar, entre las nalgas de Micaela. Mica me metió la lengua en el culo, y ahí empecé a acabar. Ya no era abundante la leche, y tampoco espesa, era como un aguita pegajosa, pero me alcanzó para dejarle toda pegoteada la conchita a Cele, en un orgasmo tremendo. Me dejé caer sobre ella, la cabeza apoyada sobre su pancita manchada de mi propia leche, el pecho sobre su concha, ella abrazandome maternalmente.
    
    Cuando abrí los ojos vi que Mica se había subido la bombacha, pero se notaba que tenía la cola toda acabada, y por la espalda le caía un chorro de leche también transparentosa.
    
    Rodri se acercó y le pasó la mano por la cola toda enlechada, ella lo abrazó rodeandole con el brazo el torso desnudo. Cele me dijo “mirá lo que me hiciste” señalando su propia concha enlechada. “Tocá”. Pasé despacito la mano sobre esa concha entre ...