1. Los cinco sentidos (final)


    Fecha: 09/05/2025, Categorías: Infidelidad Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... que nadie. Gracias por comprenderlo”
    
    Terminó de leer aquella nota tan dolorosa y se dejó caer sobre la cama abatido. Habían sido pocas las veces que estuviera con esa joven pero sabía que era una mujer muy especial. Se levantó deseando que ella fuera feliz y guardó aquellas bragas en un cajón del armario pues era lo único que le quedaba como recuerdo de aquella maravillosa experiencia.
    
    Estaba llegando a casa y la niña despierta la miraba atentamente tumbada en su cochecito. Tania le hacía gestos con su mano para distraerla. Al pasar por delante de la casa de Braulio pensó en su vecino. Aquella sería la página mas dolorosa de cerrar. Mañana iré por la mañana a su casa, pensaba mientras cogía a su hija en brazos, bueno, mejor iré el lunes después del fin de semana.
    
    Se fue a cambiar a su habitación. Le encantaba ese silencio solo interrumpido por el trinar de unos pájaros que habían anidado en su jardín. Se quitó el vestido y vio su imagen en el espejo. Su cuerpo con tan solo el sujetador puesto. Pensó en si Carlos habría tirado sus bragas o las habría guardado. En ese momento de total silencio, escuchó el sonido inconfundible de gemidos al otro lado de la pared. Se puso nerviosa, quizás celosa?, al darse cuenta que su vecino estaba con una mujer. No pudo evitar acercarse a la pared y pegar su oído en ella. Los gemidos eran mucho mas claros ahora, incluso podía escuchar el vaivén de la cama. A su oído llegaba el sonido de dos cuerpos chocando entre si y cerrando los ...
    ... ojos podía visualizar a Braulio embistiendo con deseo otro cuerpo que no era el suyo. Se comenzó a masturbar imaginando que era a ella a quien Braulio follaba. La mujer que estaba del otro lado de la pared aumentó el volumen de sus gemidos, ahora eran casi gritos, gritos de placer y Tania supo que esa afortunada estaba teniendo un orgasmo. Movió su mano al ritmo de aquellas embestidas y se corrió entre temblores de placer.
    
    Lavándose en el baño no podía dejar de pensar en quien sería esa mujer que tanto había gozado con su vecino. La curiosidad era mas fuerte que sus celos y esperó sentada en la cocina pues desde allí podía ver la puerta del jardín de Braulio y si salía alguien podría verla.
    
    Varias veces volvió a su habitación y arrimando su cara a la pared comprobaba que aquellos sonidos de dos personas sintiendo placer juntas no volvían a escucharse.
    
    Ya estaba a punto de desistir de saber quien estaba con su vecino, cuando escuchó la puerta de al lado abrirse. Desde donde estaba no podía ver con quien estaba Braulio pues solo podía escuchar la voz de este.
    
    Su corazón le dio un vuelco y se aceleró de repente. Con miedo de ser descubierta, por fin pudo ver quien era la afortunada que hacía unos instantes estaba gimiendo y casi gritando de placer con su vecino. La vio girarse y despedirse de Braulio con la mano, sonriente, feliz. Vio que era Estela. Su mejor amiga, la que se suponía que era feliz de nuevo con su marido. La madrina de su pequeña. Se ruborizó al pensar ...