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El inocente hijo de Doña Adelaida descubre nuestros secretos II
Fecha: 03/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues
... hecho a propósito, supe que lo estaba gozando. Su culo había empezado a moverse de una forma distinta, goloso se empujaba hacia atrás como sin con ello buscará una mayor enculada. Los músculos de sus caderas se habían tensado, su espalda se había arqueado hacia abajo y habia abierto más las piernas. Por eso la estocada, por eso tomarlo de la cintura con mis manos y encularlo con mayor fuerza, mi hermanito me estaba gozando y yo a él. Lujurioso pensé que necesitaba que mi pene le llegará hasta la barriga, en un momento de morbo puse mi dedo pulgar al pegue de mi verga y extendí la mano como si quisiera medir hasta donde le llegaba. Sádicamente sonreí de saber que la cabeza de mi polla debía llegarle hasta donde terminaba su columna, tenía una cuarta de carne adentro y goloso parecía querer más. Otra vez apareció Doña Petra, venía de afuera. De la calle. Igual que antes no pareció darse cuenta de lo que pasaba en el baño, aunque ahora se detuvo un momento. ¿Y Lily? Pregunto. Se refería a mi hermana. Quizá mi rostro no había sido capaz de esconder todas mis emociones, la sangre fluyendo por todo mi cuerpo debía estarme delatando. Tener a mi hermano enculado no era algo para pasar de largo. Sin sacársela a mi hermano y mientras otra vez me echaba agua sobre la cabeza con el huacal, le respondí que debía estar donde Ruth. Los ojos de Doña Petra parecían querer adivinar mis pensamientos, talvez hubiera caminado hacia donde yo estaba sino hubiera visto a mi hermana llegar corriendo ...
... a la puerta de nuestra casa. Ciertamente estaba donde su amiga y compañera de escuela que vivía en los cuartos del fondo. Verla aparecer habría tumbado cualquier sospecha, porque por un instante pude ver en el rostro de Doña Petra la duda de que algo no cuadraba en aquella escena. - Lily – la escuche decirle a mi hermana. ¿Puedes hacerme el favor de ir donde tu tía y preguntarle si va a ir a buscar leña? Era una pregunta de rutina a una situación de rutina. Mi tía y ella casi siempre iban juntas a las fincas cercanas en busca de leña que utilizábamos para cocinar. Mi hermana me miró como si necesitara mi autorización, algo que tuvo con un movimiento de cabeza de arriba abajo. Mi hermano seguía agachado con la verga en la tripas. - No te quedes allá – dije a Lily intentando actuar lo más natural que podía para luego recordarle que tenía que bañarse para ir a la escuela. Mi actuación debió convencer a Doña Petra, ya que viendo correr a mi hermana a cumplir lo encargado también ella camino en dirección a su cuarto. Agachado como estaba mi hermano pareció agradecer al cielo el que por fin nos dejarán solos. Sumiso se dejó agarrar de las caderas y otra vez lo empecé a culear enterrándole hasta el último pedazo de verga. El gemía embelesado, satisfecho, lleno totalmente. Agarrado al barril me recibía con tal placer que por un momento sentí envidia de que fuera el quien recibía polla. Mi culo conectado a mi cerebro sitio celos ¿Por qué no ser yo quien se comía una verga gruesa como ...