1. Mi vida con Eduardo (II)


    Fecha: 13/05/2025, Categorías: Gays Autor: Francy, Fuente: CuentoRelatos

    ... fuerte ordenando a obreros y dando indicaciones.
    
    –Ahora descansará amor, con su Francy –le dije y eché mis brazos a su cuello, empinándome para besarlo. Correspondió a mi beso con pasión y buscó mi cuello para besarlo.
    
    –Estás linda mijita, linda…
    
    Qué alegría oír eso, me había esmerado mucho. Lo acomodé en el sofá y llevé su bolso al baño, traía su cepillo de dientes, su perfume, alguna ropa interior y sus pantuflas. Venía preparado mi amor. Acomodé todo eso en el baño y dormitorio y corrí a verlo.
    
    –Amor, sáquese la chaqueta, aquí están sus zapatillas de descanso, ¿se las pongo?
    
    –Sí Francy, gracias, que linda eres.
    
    Me sentí dichosa de quitarle sus zapatos y calcetines, y calzarle sus zapatillas de cuero marrón, me sentí como una esposa, cariñosa con su hombre. Lleve sus zapatos y chaqueta a mi dormitorio, que ahora sería también el suyo.
    
    Volví a sentarme a su lado, buscando sus labios, mimosa y coqueta. Me tomó mi cabeza y me besó con cariño y después con ardor. Así estuvimos besándonos y acariciándonos un buen rato. El me tocaba mis nalgas y muslos por encima de mi calza ajustada y me abrió un poco la blusa para acariciar mi pecho y cuello. No pude resistir y puse mi mano sobre su paquete viril, por encima del pantalón. Ya estaba duro, debo decir que Eduardo es un hombre muy caliente, se erecta fácilmente.
    
    –Sáquelo bebé –me ordenó en voz baja. Bajé la cremallera y abrí el bóxer. Ahí estaba su herramienta de dominio sobre mí. Yo adoraba su pene, lo ...
    ... conocía enteramente, lo sentía tan mío.
    
    Lo acaricié un rato con mis manos, que tengo pequeñas, cosa que a él le gusta. Me tomó de la nuca y me hizo agacharme para ponerlo en mi boca. Sentí su aroma de macho, sudado después del trabajo, no había tenido de ducharse en la obra, me dijo.
    
    –No importa amor, me gusta tu olor de hombre de trabajo duro, nos tenemos confianza ¿no?
    
    –Mi Francy… mmm, mmm –yo ya tenía su pene en mi boca y lo chupaba suavemente mientras él me acariciaba mis nalgas, suspirando de placer. Yo bajé del sofá y me arrodillé ante sus piernas para seguir chupando su imponente pene, aferrada a sus muslos de macho. Lo miraba hacia arriba, buscando sus ojos, mostrándole amor y entrega.
    
    –Ya bebé, levántese.
    
    Lo hice y me puse de pie ante él, mirándolo sumisa. Me dio vuelta y comenzó a bajarme la calza, hasta quitármela entera. Quedé en calzones, mi culito a la altura de su rostro. Comenzó a besarme los muslos y el nacimiento de mis nalgas. Luego me bajó los calzones y me besaba las nalgas, buscando mi agujerito con su boca. Siempre estoy muy limpia y perfumada de esa parte.
    
    –Qué rico huele su culito bebé, me gusta que siempre esté así –me dijo suave para luego meter su lengua dentro y lamer. Yo casi me desmayaba, como siempre que me hace eso. Sé que precederá a la penetración. A él le gusta y además me lubrica con su saliva.
    
    Después se bajó los pantalones y el bóxer, quedando sentado con su pene levantado al aire.
    
    –Venga amor, siéntese en su ...
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