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Los cinco sentidos (sexto capítulo)
Fecha: 13/05/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos
... siempre que lo hacía se corría enseguida. Eran las nueve cuando vio que se levantaban de sus toallas y comenzaban a recoger todo. Al poco tiempo las vio aparecer ya vestidas. - Hasta mañana Braulio – Estela se estaba despidiendo de él – Quedamos a las cuatro entonces? - Si, a las cuatro aquí. Hasta mañana Estela. Vio como Tania se acercó hasta la puerta del jardín y las amigas se despidieron con un fuerte abrazo. Cuando regresó se acercó al pequeño muro que separaba sus jardines. - Braulio mañana vamos a caminar? - Haremos lo que desees. Quieres ir a caminar? - Si pero podíamos desayunar antes - sus mejillas se pusieron algo coloradas. – Tomar el sol me da apetito. - A mi también. Se miraron y sin decir nada sabían lo que deseaban en ese momento. Tania miró vio la hora y aún faltaba media hora para que llegara Rodrigo. - Me ayuda? - pasó su mano por encima del muro y él la ayudó a superar su altura. Tania se dirigió a la casa y él la siguió. En cuanto estuvieron dentro ella cerró la puerta y se arrodilló. Le bajó la ropa deprisa. Cuando Braulio se dio cuenta, tenia lo polla totalmente dura dentro de la boca de esa joven. Lo hizo correrse enseguida. Era ella la que dirigía la situación. En ese casa era libre y así se sentía. Cuando eyaculó en su boca ella se levantó y se bajó ...
... sus pantalones y las bragas, con un gesto lo hizo arrodillarse y fue ella misma la que puso su sabroso coño en la boca de él. Apenas tardó en correrse en la boca de él. Cuando se corrió se vistió deprisa y se despidió de su vecino con un beso en la cara. - Gracias, lo necesitaba. - se fue sonriendo, necesitaba calmar su excitación y él lo había conseguido. Cuando Estela llegó a casa aún no estaba Andrés, se dio una ducha y se puso cómoda. Sentada en el sofá recordaba lo que había pasado en casa del vecino de Tania. Era inexplicable lo que había sucedido. Recordó todo lo que habían hablado, como se había sentido con aquel hombre, era diferente a todo lo que había vivido. Aún estaba alucinada de haber aceptado que le diera un masaje y mucho mas de haber accedido que aquel señor que le bajara las bragas y pudiese mirarla de esa manera. Se ruborizó de recordar como la había tocado, hacia años, que nadie le tocaba así las nalgas. Aquel hombre había conseguido hacer que su vagina eyaculara sin tocarla. Aquella noche cuando Andrés le pidió ir a la cama ella lo rechazó, no estaba dispuesta a que su marido la hiciera sentir un trozo de carne nunca más, su marido tenía que aprender a valorarla como mujer y si él tenía necesidades ella también. Al sentirse rechazado se fue para cama, solo, y evidentemente molesto.