A tres pollas
Fecha: 15/05/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos
... vas a enterar zorra.
Colocó un dedo junto a su polla y lo metió con ella dentro dilatándome aún más el esfínter.
- Ay, cabrón, ay, mi culo, mi culo, que me lo partes perro, perroo.
- Zorra, te cabe mi mano entera, putón.
- Ay, que me rajas, ay cabrón, ay mi culoo.
Pedro me miraba sentado en el sofá, empapado en sudor, la polla flácida sobre una pierna y cayendo sobre ella los últimos restos de su preciado esperma.
- Saca el dedo cabrón, sácalo, hijo de puta, ay mi culo, ay mi culo.
Hizo lo que le pedía, golpeó con las dos manos a la vez mis nalgas y empezó a moverse con frenesí.
- Zorra, zorra, zorraa.
- Ay, ay, me has roto el culo cabrón, ay, ayy.
Noté su rigidez, sabía lo que venía a continuación.
- Ah, ah, ah, me corro, me corro, me corroo.
- Sin condón no, sin condón noo, hijo de puta.
Nuevamente sentí en mi esfínter las pulsaciones de una polla al correrse e inundarme de leche.
- Hijo de puta, hijo de puta mi chochito, me arde cabrón.
Ramón se retiró, sentí un borbotón de líquido salir de mi culo y resbalar por mis huevos, me iba a incorporar cuando una mano me sujetó por la nuca.
- ¿No pensarás que has terminado, verdad preciosa?
- No por favor Jorge, más no, mi culo no, por favor. – recordaba su polla tan grande.
- Ssh, cállate zorrita, ya verás como lo disfrutas, tienes el coñito muy dilatado y lubricado.
- No por favor – yo sollozaba – más no, mi culo, mi culo.
-Tranquila gatita.
Se había colocado detrás ...
... de mí, con sus piernas evitaba que yo pudiera cerrar las mías, notaba su polla restregarse por entre mis dos nalgas.
Sollozaba – no, sniff, por favor, más no, más no, sniff, mi culo.
- Tranquila preciosa, tranquila, ya verás, no me irás a dejar con este dolor de huevos ¿verdad?
Mientras hablaba había ido encarando su polla con mi ojete y de una vez, despacio pero sin parar, me metió aquel vergajo. El dolor no fue tan intenso como yo esperaba aunque sí lo suficiente para intentar escapar hacia adelante pero me tenía bien sujeto y me fue imposible, me tenía bien agarrado.
- Aah, dios, que gusto.
- Ay, ay, me has reventado cabrón, ay, ay, sniff, sniff,- continuaba sollozando - mi culo.
Pronto me adapté al tamaño de aquel miembro, Jorge sabía lo que hacía, dejó que mi esfínter se acomodara y empezó el vaivén metiendo y sacando muy despacio al principio.
- Aah – suspiraba cada vez que aquello entraba hasta los huevos.
Joder nena, que coñito por dios.
- Ay, ay, sniff, ay, soy una puta, soy una cerda, sniff, ay ayy.
Levanté la mirada y vi a Pedro sentado con la cabeza hacia atrás, los ojos cerrados y suspirando, Ramón estaba a sus pies y le estaba haciendo una mamada brutal, algo dentro de mí se enervó.
- Ay, ay que polla, esto sí que es una polla, ay, dame, dame, rómpeme.
- Sii cerda, te voy a romper, te voy a reventar.
- Si, sii, una polla que me llena, ay, ay mi culo, ay, como me abres cabrón, ayy. Dame fuerte, dame maricón.
- Sii, así, ...