1. En el restaurante japonés


    Fecha: 19/05/2025, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... líquido preseminal otra vez y yo lo que quería era recibir polla por detrás. Vaya sorpresa se iba a llevar ese tío cuando me empezara a encular. Y como la cocinera me oyera gemir... aún mayor iba a ser su sorpresa.
    
    + Ten cuidado vale? Hace tiempo que no me follan el culo... - me apoyé contra la pared y me abrí el agujero con las manos.
    
    - Aaaanda... que ya te han follado eh? sorpresa sorpresa, entonces mi polla te va a gustar amigo.
    
    Tras abrir la cremallera y sacarla por el agujero del pantalón, por poco se me salen los ojos. Vaya pedazo de polla. 20 centímetros estando aún algo flácida, eso me iba a destrozar el culo. Preferí olvidarme de lo que acababa de ver y mi mano llevó saliva a mi culo, empezando a preparar el terreno para el invasor. El hombre cogió sus dedos, los cuales también iban con saliva y me los metió rápidamente en el culo. No tenía ningún cuidado porque los movía rápido, no tenía intención de prepararme el culo, yo creo que simplemente quería ponerse más cachondo él.
    
    - Buen culo, me va a dar gusto. No tengo tiempo para historias que tengo que cerrar tienda y me estan esperando... he venido a por unas cosas sabes? Y os he oido. Y ahora estoy cachondo. Tengo que saciarme tio, es lo que hay
    
    + Lo entiendo, no te preocupes... follamé cuando quieras, yo también tengo prisa.
    
    - Pues venga, voy... - mientras decía esto ya notaba la cabeza de su rabo apoyarse en mi agujero.
    
    Tras hacer esfuerzo y, no lo voy a negar, dolerme una barbaridad, su ...
    ... pedazo de polla se incrustó en mis intestinos y yo solo podía apoyarme contra la pared y aguantar el dolor.
    
    - Aaaaahhh... caliente eh? Bueno bueno, muy rico. Vamos a follarte este culo maricón, ya verás.
    
    + Me duele tio, me duele mucho... arggg... no corras por favor.
    
    - Shhhh calla calla, apoyaté ahí y calla la boca
    
    El tio empezó a embestirme muy fuerte, con todas sus ganas. Mi cabeza golpeaba contra la pared por los golpes que me estaba dando, y viendo que era inutil que el hombre oyera mis súplicas o hiciera caso a mi mano que trataba de separarlo, decidí empezar a hacerme una paja para que el placer calmara el dolor de mi culo. Una gran decisión. Tras unos segundos haciéndome una paja, mi agujero trasero se relajó y la saliva empezó a hacer efecto. Ahora abrazaba totalmente su polla, que entraba directamente hasta el fondo del todo. Las embestidas era muy fuertes, pero cada una de ellas me provocaba enormes descargas eléctricas por mi columna de placer, y mis ojos empezaban a estar en blanco, como cuando me enculan sin piedad.
    
    - Ohhhh... ohhhh... que culo, que agujero... toma, toma maricón. Toma fuerte - me agarraba como un animal y me embestía con todas sus fuerzas.
    
    + Arrrrggggg... dale dale, si, si, si... coño si.... aaaahhhhh.... follamé, follamé...
    
    La cocinera, que seguramente estaba oyendo eso, debía estar tocándose el coño otra vez. Mis piernas estaban completamente abiertas y mis manos abrían mi culo al máximo para facilitar la follada a ese hombre. ...
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