La puta que me amó (Tercera parte)
Fecha: 22/05/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... Karina le gustaba ser besada apasionadamente mientras vivía un orgasmo. Desde entonces siempre me los ofrecía. En esta ocasión después de provocarle un orgasmo oral, me fui por sobre ella en la posición del misionero y comencé con un vaivén lento pero profundo. Sentía la vibración de su vagina, de que tan apretada se sentía, me encantaba sentir ese choque del hueso de su pelvis y como sonaba al impacto y, es que toda ella me gustaba. En ese accionar ella solo me miraba y no decía nada, pero sentía que esa mirada me absorbía y le pregunté mientras seguíamos follando:
-¿En qué piensas?
-En que eres un hombre muy guapo y me lo estoy cogiendo. -me dijo.
-Imaginé que pensabas en alguien más.
-No puedo alejarme de sentir como se sienten tus bolas pegando en mi trasero cuando me penetras. ¿Cómo podría pensar en alguien más?
-No sé… solo imaginaba.
-¿Tony, te quieres correr entre mis pechos? Me gustaría sentir tu pene entre mis pechos.
No sé si lo decía para excitarme pues los pechos de esta mujer se prestaban para hacerle la rusa. Nunca se lo imaginé hacer, quizá porque todo mi pensamiento estaba con la idea de follarme su culo, que hasta le había ofrecido $2000.00 y ella los había rechazado. Me fui por sobre ella a que mi falo quedara al nivel de sus tetas, se acomodó, le dio un beso a mi glande y seguí con un vaivén ahora entre sus tetas y Karina se sostenía ambas pechos con sus manos. Miraba su lindo rostro y de vez en cuando miraba aparecer mi glande. Sus ...
... tetas se habían lubricado con mi liquido pre seminal al igual que sus jugos vaginales, que hacían ese chasquido de fricción en su piel. Karina me comenzó a decir con una voz muy seductiva: -Córrete, córrete… quiero sentir lo caliente de tu corrida en mi rostro. – Le di unas embestidas a esas tetas que en minutos le estaba disparando mi segunda eyaculación y si, le llené hasta su oscuro cabello y una buena cantidad le obstaculizaron la vista de un ojo. Olía a sexo y Karina me la comenzó a mamar hasta que me sacó la última gota.
Aquella noche que empezamos una faena sexual a eso de las once, la terminamos como a las tres de la mañana. Cogimos en diferentes posiciones, yo quizá me corrí unas siete veces y no sé cuántos orgasmos tuvo esta mujer. Nos levantamos a eso de las diez de la mañana, me he vestido y Karina me ha ofrecido algo de tomar. Hemos desayunado con cereal y leche y en ese transcurso de media hora, ella me dijo lo siguiente:
-¿La pasaste bien anoche… has dormido bien?
-¡Me encantó y me siento muy relajado!
-¡Qué bien! Sabes Tony… quiero decirte algo: Desde hoy, no quiero verte como a un cliente… quiero verte como a un amigo. ¿Crees que podríamos ser amigos?
-Desde que te conocí, te he visto como una amiga.
-Tú sabes lo que yo quiero decir. Sabes, desde hace tres años que vivo aquí, nadie ha entrado a ese cuarto donde dormimos anoche.
-¿Y qué pasa si me gana el deseo y necesito de tu compañía para saciarme?
-Solo llámame, pero nunca me vuelvas ...