1. Descubriendo nuevos y excitantes placeres con mi novia


    Fecha: 23/05/2025, Categorías: Anal Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos

    ... tetillas y poco a poco fue descendiendo, sus ardientes labios recorrieron cada milímetro de mi piel hasta llegar a mi vientre y continuó descendiendo, encontró mi ombligo y su lengua traviesa exploró el interior, sentía toda mi piel muy sensible, se me ponía la piel de gallina.
    
    Pronto llegó a mi paquete, besó el tronco por encima de mi bóxer y mi verga reaccionó a la caricia, se puso más dura todavía y se alzó estirando mi bóxer, formando una notoria carpa, al grado que me dolía de tan dura que estaba, un suspiro salió de mi boca, bajó mi bóxer y mi verga salió disparada, libre al fin, me quitó el bóxer y colaboré alzando la cintura y mis piernas, sus suaves labios se posaron en la punta de mi verga y sentí un cálido beso, mi verga empezó a expulsar sus primeras gotas de precum, abrió su boquita y la cabeza de mi verga desapareció dentro, succionaba suavemente, cerré mis ojos, era riquísimo, definitivamente cada día mamaba más rico la verga, me daba mamadas suaves y profundas mientras me masturbaba, estaba en el cielo, sus manos acariciaron mis huevos y pronto sentí que los alzaba y sus dedos iban más allá, encontrando mi perineo, esa parte que va de los huevos a la raja del culo y es extremadamente sensible, me encantó la caricia, sus dedos continuaron el trayecto hasta que sentí la yema de su dedo índice haciendo círculos en la entrada de mi esfínter, mi hoyito palpitaba y se contraía involuntariamente, su lengua recorrió toda la longitud de mi verga y llegó a mis ...
    ... testículos, me tomó de una pierna y la levantó un poco al tiempo que su lengua se deslizaba por debajo de mis huevos y hallaba el perineo, no puse resistencia, al contrario abrí más las piernas, su lengua siguió avanzando y pronto encontró mi cerrado agujero, no pude evitar apretar las nalgas cuando sentí la punta de su lengua puntear mi orificio, fue como si su lengua descargara una corriente eléctrica que recorrió todo mi cuerpo, mi espalda se arqueó, mi verga palpitaba en la mano de Adriana, continuó punteando mi hoyito y pajeando mi verga, cuando sentí que mi esfínter cedía y se iba abriendo, no paraba de gemir y gruñir, mi cuerpo se retorcía, convulsionaba, sentía un espasmo tras otro, sentía mi culo palpitar y contraerse rítmicamente, estaba a punto de estallar cuando se levantó y buscó en mi cajonera, unos instantes de reposo, que lograron que pudiera concentrarme y evitar la corrida, no quería venirme tan pronto, estaba gozando mucho.
    
    Sacó de la cajonera el botecito de lubricante, ese que en el último encuentro había amenazado que yo probaría y que había olvidado por el tiempo transcurrido, pero ella no, había llegado la hora, de su amenaza, me puse un tanto ansioso.
    
    Abrió el botecito de lubricante y sentí que lo aplicaba en medio de mis nalgas, justo en la entrada de mi hoyito, con sus dedos masajeó y esparció el viscoso líquido por el contorno, recorriendo lentamente mis arrugados pliegues, al instante sentí como se iba poniendo más caliente mi orificio, más ...
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