1. Mara le cuenta a Pablo (1)


    Fecha: 23/05/2025, Categorías: Incesto Autor: Demian1558, Fuente: CuentoRelatos

    Este relato es la continuación de “La cuñada de Mara quiere que le cuente”.
    
    Esta vez la guacha de Mara no me invitó cuando vinieron a visitarla su hermano Gustavo y su cuñada Susana. El jueves me dijo que prefería que me calentara con lo que yo me imaginara y con lo que ella me iba a contar después. Así que me tuvo tres días a paja limpia imaginando desde ya lo que estarían haciendo durante su estadía en la casa de Mara, y ansiando que llegara el lunes para que me cuente.
    
    Cuando fui el lunes me recibió con un pico en los labios y su primera pregunta con una sonrisa lasciva como solo ella sabe hacerlo fue:
    
    M: Estás ansioso Pablito por saber qué pasó, no es cierto?
    
    P: Y qué te parece, dale contame!
    
    M: Primero decime vos que te imaginaste que pudo pasar, pero contámelo en la cama acostadito y en calzoncillo, yo me quedo solo con esta bombacha rosa, y apostamos a ver si mientras te cuento yo me mojo primero o vos te ponés al palo, y déjate la bragueta un poco abierta que quiero ir viendo la reacción de tu pija mientras hablamos, vos sabés que si hay algo que me pone son los bultos y más cuando empiezan a palpitar. Contame que te imaginaste?
    
    P: Conociéndote lo perversa que sos vos me imaginé de todo, estuve caliente los tres días. Pero mejor contame vos lo que pasó, pero con detalles, desde el principio.
    
    M: Bueno el recibimiento no vale la pena, llegaron a la tardecita, los saludos de costumbre, quizás un poco más fogosos porque los tres sabíamos a qué ...
    ... veníamos, hasta nos habíamos vestido para la ocasión haciendo realzar las zonas que más nos interesaban los otros vieran, mi cuñada con una mini que le resaltaba el culo y una musculosa semitransparente, mi hermano con unas bermudas ajustadas que se le notaba bien el bulto y una musculosa también y yo con la calza blanca que me resalta los labios de la concha y un top anudado flojo que se abría al menor movimiento, las miradas de todos estaban dirigidas reiteradamente a esos lugares. Esa fue la primera seducción de los tres, tratar de sorprender al otro con la mirada fija en una de esos lugares e inmediatamente tratar de que se vea más o se note más eso que el otro desea, y tratar de retenerlo así lo más posible y a la vez percibir su calentura, en algún movimiento, en los labios, en algún roce, o simplemente en coloreado de sus mejillas.
    
    La que estaba más acelerada era Susana, por cualquier razón me abrazaba o me acariciaba, y no me sacaba los ojos del top cuando se abría, además le insistía a Gustavo diciéndole lo linda que yo estaba, me hacía dar vueltas para que me admire el culo, si bien mi hermano era el que siempre le pedía que le contara mis encamadas con mis amantes para calentarse y cogérsela a ella, la que parecía más caliente conmigo era ella, tal vez la insistencia de mi hermano en saber los mínimos detalles de mis relaciones, llegó a hacerle el bocho conmigo tanto como a él, y también yo tendría que admitir que me daba cierto morbo contarle por teléfono con más ...
«1234...9»