-
¿Ya está a gusto? ¡Ya me desvirgó!
Fecha: 26/05/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... se hiciera una idea pues estoy consciente que mi verga es más grande que el promedio le dije: - Mira… vas a sentir como un pinchón como cuando te ponen una inyección… te va doler un poco y luego pasa el dolor del pinchón. - La única diferencia es que esa aguja no se compara a lo que usted tiene. Solo hágale despacito. La verdad que se la empujaba y se sentía apretada, pero siempre una chica petit se siente apretada. Se la empujé con cuidado y literalmente sentí que la abrí y creo haber sentido como se rompió el himen. Dio un grito chillón, que hasta intentó alejarse por un movimiento instintivo. Le mantuve la cabeza de mi verga adentro y ella solo me decía: -Si me duele y me arde mucho! - No me moví más, pero no se la saqué y así estuvimos por un par de minutos y ella me observaba y yo hacía lo mismo pensando que me estaba follando a tan linda niña. Se la empuje más y volvió a gemir del dolor y realmente se sentía muy apretada. Creo que he sentido vaginas reducidas, pero esta me apretaba desde la entrada y se sentía más que reducida. Vi que le salió una lágrima y hacía esos gestos como si fuese a llorar. Se contuvo y luego me dijo: ¡Ya está a gusto… ya me desvirgó! Continuamos así hasta que su ardor desaparecia por la excitación. Y Paulina movía su pelvis con ese vaivén del deseo y literalmente mis 21 centímetros gozaban del calor hirviente de una vagina deseosa de ser penetrada y yo correspondía a ese danzar de su pelvis aun sorprendido por lo que vivía. Paulina ...
... no decía mucho, no tenía que decir nada… su cuerpo lo decía todo, sus ojos color miel divagando en las mieles del deseo y comenzó a tomarme de las nalgas mientras ese terremoto subía a una escala que le dejaría exhausta en el cansancio, vi como sus labios se fruncieron y me abrazó como si estuviera asustada. Podía sentir su aliento con olor a sexo, sus muslos temblando de una manera instintiva e incontrolable… había tenido hasta el momento tres orgasmos en su primera cita sexual con un hombre y había alcanzado un orgasmo al haber perdido su virginidad. Yo no me pude contener de vivir el orgasmo de Paulina y me corrí por segunda vez llenado el profiláctico con mi corrida. Paulina no había mentido, el condón tenía la evidencia de su sangre y la toalla debajo de sus nalgas estaba húmeda de sus jugos vaginales y también se divisaba la evidencia de su sangrado. ¡Qué rico es desvirgar a una chica! Especialmente una chica tan bella y hermosa como lo es Paulina y no me lo podía creer que vivía este momento a mis 46 años. Naturalmente seguimos cogiendo todo aquel día y practicamos diferentes posiciones y desde ese día comencé a conquistar ese culito que eventualmente me entregaría como despedida de ese viaje cuatro días después. El sexo es la más fuerte droga y Paulina vivía esa adicción y experimentamos todo lo imaginable con esta linda chica. Estuve viajando a cada dos meses y me la estuve cogiendo por un buen tiempo hasta el día que ella misma le puso un paro a todo diciendo ...