¿Ya está a gusto? ¡Ya me desvirgó!
Fecha: 26/05/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... sus pláticas me había hecho la pregunta hipotética de las muchas que solía hacer: - En el caso que lo hiciéramos y saliera embarazada ¿usted se haría cargo de un culicagado (niño) o me dejaría abandonada? – Creo que ese era uno de sus temores y aquel día que nos encontramos en este hotel me había preparado con algunos condones porque según mi experiencia muy pocos o ninguno da paso atrás cuando se está en esa cúspide sexual y al borde de caer en la magia de un orgasmo. Obviamente no era un chiquillo desesperado y me concentré en darle el mejor oral, pues me ponía claro que no quería que le despojara de su blusa, mucho menos pensar en quitarle el brassier.
Estaba sentada en un sillón pequeño en la habitación de hotel y la tomé de la mano para levantarla y llevarla a la cama. Respiré su perfume y olor dulce del químico de la laca que usaba en su cabello. Paulina estaba nerviosa y sentí sus manos frías y con cierto temblor y fue cuando le dije:
- Si tú no estás segura de esto, no lo tienes que hacer. Podemos esperar otro día u otra ocasión. No quiero que te sientas obligada.
- ¡No es eso! La verdad que estoy nerviosa… nunca he hecho algo parecido. ¿Usted lo quiere hacer?
- ¡Tú sabes que sí!
- Entonces… hágale pues.
Aquella expresión de “hágale”, al principio me desconcertaba, pues me parecía ambigua, pero entendía que me decía que prosiguiera. Recuerdo que no me despegaba su mirada mientras se sentaba a la orilla de la cama donde empecé por removerle su ...
... zapatos de tacón. Su pantalón era uno de esos deportivos con líneas blancas a los costados y este se ceñía perfectamente a su cuerpo haciendo realzar ese exquisito trasero de esta niña. Era fácil de remover, pues era elástico. Ella me asistió apoyándose con su brazos para levantar su trasero y yo poder remover sus pantalones. Al bajarlos, descubrí que su tanga era color rojo, como la de la primera vez en el restaurante que, al agacharse, tuve la dicha de ver cómo estas se hundían en esa parte posterior de sus adorables glúteos. Sus piernas estaban sedosas y se le miraban alargadas y con esa curva de su trasero y su abdomen plano con ese ombligo tan sensual, ver a esta niña con solo esa tanga realmente era un poema. Iba directo a besar sus entrepiernas y Paulina me preguntó: ¿Usted no se va a quitar la ropa?
Ella solo me miraba cuando me quité la camisa, me bajé los pantalones y me quedaba solo en calzoncillos. En esa ocasión llevaba unos estilo bóxer, pero más pegados al cuerpo, así que se me notaba el paquete comprimido como también la mancha húmeda de lo excitado que estaba. Paulina me miraba el paquete cubierto por esta tela de color azul y luego ella me volvía a decir a forma de sugerencia:
- Ahora enséñeme a hacérselo.
- ¿Realmente nunca has hecho esto? ¿No has visto alguna vez alguna película pornográfica?
- Si… eso sí, pero de hacerlo… nunca.
- Mira… puedes comenzar besando la punta, besar alrededor del tronco, poco a poco metértelo en la boca.
- ¿Es cómo a ...