Follada a dos bandas
Fecha: 04/11/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... una lenta y suave caricia hacia arriba mientras Victor me separaba suavemente la otra pierna haciéndome lo mismo. Intenté convencerles para que lo dejásen, pero estaban demasiado excitados como para venirse a razones y es que la situación no era para menos. Cerré mis ojos mientras me dejaba acariciar por aquel par de chicos que me habían calentado tanto durante la cena. Cuando quise darme cuenta me encontraba ya con la camisa desabrochada y abierta, quedando a la vista un minúsculo sujetador negro del que asomaban la mayor parte de mis pechos y la falda remangada hasta más de la mitad, mostrando casi la totalidad de mis muslos.
- Joder..., como viene vestida nuestra amiguita esta noche....
- Por favor..., dejadme..., esto es una locura..., vosotros sois muy jóvenes..., yo soy una mujer casada...
- Casada?..., ya sabe tú marido el modelito que te ponías esta noche para salir a cenar con los amigos?...
- No..., no lo sabe..., por favor..., será mejor que lo dejemos..., si se enterase mí marido..., él..., él...
- El no se va a enterar de nada de lo que pase esta noche, al menos por nuestra parte y por la tuya creo que tampoco te interesa, así que no te preocupes y relájate...
- Yo..., yo no debería..., yo..., yo...
- Tú..?, tú lo único que quieres ahora es que te den una buena polla...verdad?
Durante unos segundos dudé, y luego cerrando los ojos asentí con la cabeza e instintivamente mis manos fueron resbalando sobre los muslos de aquellos jóvenes, y ...
... una vez allí no tardé en encontrar unos enormes y alargados bultos que palpitaban bajo la cremallera de cada uno de los pantalones.
No podía creerme lo que estaba haciendo, me encontraba con la falda remangada hasta las ingles y con mis tetas casi al aire en la parte posterior de un coche dejándome acariciar y con el deseo de ver y amasar la polla a aquellos dos perversos jóvenes a los que prácticamente ni conocía; así que sin perder un instante más, bajé la cremallera a uno, luego desabroché los botones del tejano al otro y me apresuré en sacar y ver cómo eran en realidad aquellas dos pollas que, debo reconocer que en más de una ocasión me había querido imaginar como serían y que debido al amor hacia mí marido me reprimía estos sucios pensamientos pero ahora las tenía en mís manos a mí entera disposición; Victor la tenía muy gorda y carnosa, aunque algo flácida todavía, mientras que Marcos la tenía más larga, dura y muy mojada ambas buenísinas y con unos gordos testículos en la base. Mientras tanto, ellos tampoco perdieron el tiempo en acabar de remangarme la pequeña falda uno y pegando un pequeño tirón del sujetador hacia abajo dejando mis tetas al aire el otro.
- Joder, que buena que está...
- ...vosotros tampoco estais...nada mal, dije mientras alternaba las miradas a cada uno de los miembros de aquellos muchachos; era la primera vez que veía y tocaba una polla distinta a la de mi marido y debía contenerme para no apretar en exceso aquellas dos pollas mojadas que ...