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Cogida con permiso
Fecha: 02/06/2025, Categorías: Intercambios Autor: Webmonster6910, Fuente: CuentoRelatos
... prenda directo hasta el suelo para que Alonso mirara mi cuerpo desnudo mientras yo mantenía mis brazos arriba para soltarme el broche del cabello. Disfruté mucho la cara de Alonso, admirarme desnuda de nuevo frente a él. No pudo evitar tocarse el miembro en actitud de masturbarse mientras me dijo: - ¡Cabrona estás buenísima! Yo no le hice el menor caso. La inminencia de tener una verga adentro me tenía desesperada. Me encaramé en la cama sin darle tiempo a nada. Estaba lista. Me senté sobre su pene y apenas hubo necesidad de acomodarlo antes de que empezara a sentir que ya me iba penetrando. Me dejé caer sobre su verga para profundizarla hasta el fondo. El dolor inicial dio paso al placer que me obligó a moverme. No perdí el tiempo. Dolía, pero dolía delicioso semejante obelisco. Casi de inmediato sentí venir el clímax. Aceleré mis movimientos. Pude escuchar mi propia respiración que rápidamente se convirtió en gemidos y de ahí a gritos de placer. Antes de lo que yo misma esperaba exploté en tremendo orgasmo como si hubiese tenido meses sin coger. Seguí moviéndome un poco hasta que el placer fue demasiado intenso y me quedé acostada encima de Alonso sin dejarlo sacar su verga de mi vagina. Cuando sentí que estaba más relajada me dejé caer a un lado de la cama, boca arriba para seguirme calmando. Alonso no había terminado y seguía con la lanza alzada. -No deja de sorprenderme cómo haces escándalo y disfrutas cuando te vienes. - Muchos dicen, hasta los que sólo han ...
... sido acostones, que por eso añoran volver a coger conmigo. Mientras decía eso Alonso comenzó a acariciarme, No sé si fue eso o verle la erección sostenida lo que me hizo sentir otra vez el deseo de que me penetrara. Me dejé llevar y lentamente me fui dando la vuelta para darle la espalda y empezar a levantar mi trasero. Él, ya más cercano y abrazándome y manoseándome desde atrás me ayudó a ponerme a cuatro. Me encanta esa posición. Adoro ese momento de expectativa, no estar bien segura del momento en que empezaré a sentir la presión de la punta de la verga en la entrada de mi vagina. Ese momento en que se hace inminente el sentir como el falo va separando mis partes escurriendo humedad. Aquello es más intenso con el enorme miembro de Alonso que esta vez me tomó de las caderas para anunciar la penetración. No hizo nada por separar mi trasero para facilitar la entrada. Cuando sentí su verga en la entrada hice por separar mis piernas para hacérselo más fácil a él y menos doloroso a mí. Deseaba ese dolor de cualquier modo. Creo que deliberadamente me la dejó ir muy muy lentamente. A momentos me acariciaba el trasero comenzando desde la espalda. Ya no sé si Alonso estaba disfrutando meterme la verga o mirarme lo enorme que se debe ver mi trasero en esa posición. La duda quedó despejada por él mismo: - Qué culo tan monumental tienes nena ¿qué se siente estar tan buena? Yo no respondí nada. Dejé de apoyarme sobre mis brazos para bajar mis hombros, empinar más mis caderas y ...