1. Cogida con permiso


    Fecha: 02/06/2025, Categorías: Intercambios Autor: Webmonster6910, Fuente: CuentoRelatos

    ... dejar que su verga siguiera resbalando lo más adentro posible. Entonces Alonso empezó a moverse dando empujones cada vez más adentro. Yo ya no sentía nada más que su verga resbalando para adentro y para afuera. Desde las paredes de mi vagina el placer se iba multiplicando rico hacia mi espalda y de ahí me recorría todo el cuerpo. Sentí que me quedaba sin fuerzas. Sólo podía sentir su verga y escuchar sus gemidos sincronizados con los empujones constantes que me daba. Me enganchó las caderas para incrementar sus empujones jalándome hacia él. Me dejé usar como él quiso. Lo dejé que se quedara ahí enfundando su verga entre mis nalgas. No quería venirme tan pronto para no dejar de tener esa sensación de ser la razón de su erección. Fue inútil. Inevitablemente el clímax fue llegando cada vez más fuerte ayudado por las manos de Alonso que no dejaban de amasar mi trasero para darme jalones contra su verga. Alonso empezó a moverse con mucha fuerza, dejando escapar varios gritos. Empecé a desear sentir sus chorros de semen explotar en mi vagina y sólo imaginar eso me hizo venir otra vez en grandes ondas de placer. Alonso pareciendo darse cuenta de mi explosión, se movió frenéticamente contra mi trasero y gritó más fuerte mientras yo me venía. No sé cuánto duró mi orgasmo, pero Alonso seguía ensartándome cuando yo empecé a estar otra vez consciente de mi entorno. Le pedí dejar de moverse y terminamos los dos boca arriba respirando fuerte. Pasados unos segundos me di cuenta de que su ...
    ... erección persistía como si nada.
    
    - ¿No te viniste?
    
    - No nena, necesito otro ratito - me respondió.
    
    - Y… ¿Qué necesitas para venirte?
    
    - Cogerte más – me respondió
    
    Yo me sentía más recuperada y seguía deseando que se viniera adentro de mí así que le respondí:
    
    - Pues cógeme más por favor - le dije mientras separaba mis piernas y me tocaba los labios mojados.
    
    No le dije dos veces. En un segundo lo tenía reclinado sobre mí levantando mis piernas para ponerlas en sus hombros. Yo las separé y doblé mis rodillas para apoyar mis talones en sus hombros. Nuevamente tuvo la ocurrencia de penetrarme muy lentamente. Eso ayuda con el dolor de su enorme tamaño, pero también me daba una ansiedad terrible por sentir su verga lo más profundo posible. Empezó a moverse llevándome al placer rápidamente. La indefensión de esa posición agregado a poder verles la cara de placer a los hombres me excita muy especialmente y me hace venir muy rápido. Cuando comenzó el orgasmo no pude evitar que mis piernas cayeran a los lados de Alonso, pero él las sostuvo al tiempo que fue claro que comenzó a venirse. Mientras yo disfrutaba mi orgasmo el placer se incrementó cuando Alonso estalló y sentí la fuerza de sus chorros en mi vagina. El semen comenzó a desbordarse y se podía escuchar aún mejor como resbalaba su verga entrando y saliendo con esa nueva lubricación. Terminó moviéndose mientras abrazaba por las rodillas mis piernas levantadas. Apretándolas contra su pecho. Mi orgasmo seguía ...
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