Enculando a la sobrina de mi mejor amigo
Fecha: 05/06/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... lavandería. Sasha me recibió con esa sonrisa amigable que tiene y de antemano me daba las gracias por molestarme he ir en su ayuda. Al igual que días atrás, vestía uno de esos pantalones cortos que podrían pasar como cacheteros, pues le levantan las nalgas y dejan ver buena parte de estas y lo único que me pareció inusual en esta ocasión fue que ahora bajo una camiseta blanca desmangada se notaba obviamente que no llevaba sostén. Llevaba un perfume rico, algo que no noté las veces anteriores y pasé directamente al sótano donde está la lavandería y Sasha venía detrás de mí. Por suerte la lavandería estaba iluminada y los circuitos que no funcionaban era el de unas habitaciones y las fuentes de energía de mayor voltaje como el aire acondicionado y la misma lavandería. Cuando entré a la lavandería Sasha se disculpó por el desorden, pues según me decía cuando esto sucedió ella estaba lavando y había sacado la ropa aun mojada y la había tendido en colgadores. Pude ver tangas y brasieres tendidos e intuí que se trataba de los que esta sexy chica usaba. Abrí el panel eléctrico, activé los circuitos que automáticamente se apagaron y la luz volvió a aparecer.
Me dio las gracias con un abrazo, beso y una sonrisa eufórica, algo que se me hizo inusual, pero que lo tomé de lo más natural. Quizá aquello fue el mayor acercamiento que se había dado entre los dos hasta ese momento. Iba a ser esto breve pues la verdad que sentía esa morbosidad y esos pechitos se translucían de esa camiseta ...
... blanca y esta vez al subir las escaleras para el nivel de la sala, Sasha iba delante de mí y ese culo llevaba un ritmo rico y delicioso. Esto me provocó una erección que no pude evitar, pero me dije en mi interior: ¿Por qué debería tener pena por algo tan natural y si además era Sasha, la sobrina de mi amigo quien provocaba inconsciente o conscientemente esto? Pensaba despedirme, pero a la vez esperaba que me ofreciera algo de tomar… quería que hiciera esto último pues la verdad era una delicia ver a esta chica con esas vestimentas. Eso pensaba cuando llegó la oferta:
-¿Qué le ofrezco… una cerveza, un coctel?
-Con este calor, te acepto una cerveza. -le dije.
-Tiene razón, con este calor cae bien una cerveza… yo no soy mucho de cerveza, pero en esta ocasión le voy a acompañar con una.
Pasó a la cocina y creo que volteaba a ver hacia atrás para confirmar que no alejaba la vista de su culo, pero obviamente con mis años uno cree que lo puede disimular. Regresó e hicimos una especie de brindis y en sus ojos vi un brillo diferente, sentía que de alguna manera esta chica me estaba coqueteando. Pensé que era cuestión de mi imaginación, pues creo que el ego o ese deseo de macho me llevaba a pensarlo de esa manera. Hablábamos de su estadía en esta casa y de cosas banales y de esa manera llegamos a la segunda cerveza, cosa que Sasha decía era el máximo que ella había tomado pues de una manera maliciosa me decía que odiaba esa sensación de ir a orinar a cada rato. En veinte ...