1. Parafilias y guarradas


    Fecha: 05/06/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Mar1803, Fuente: CuentoRelatos

    ... que ese amor insano entre ellos muera y por eso le gusta revivir el dolor que ella le causaba. A cambio, como venganza, él sigue cogiéndola para que ella sufra por no haber sido discreta en sus relaciones extramaritales. (Mi amante me señala que estoy extrapolando demasiado, aunque no sabe si es cierto.)
    
    Bernabé ve bien varias cosas de mí, además de mis nalgas y lo bien que le mamo la verga, le gusta que yo no hago sufrir a mi marido, es decir soy buena esposa. Sí, no niego que hago cornudo a mi esposo y que lo ordeño a su completa satisfacción para llevarle leche de buey a mi amante con el fin que éste recuerde a su ex, pero lo respeto al grado de que él no desconfía de mí. También aprendí a tener sexo anal para darle gusto a mi esposo, enseñándole cómo hacerlo. (eso lo pueden leer en "Aceptación" y "Cómo le enseñé a mi marido a sodomizarme")
    
    Otra medalla más fue llevar poco a poco a mi marido a que me chupara la panocha. No me atrevo a darle la leche de su corneador, ¿qué tal si se da cuenta y lo pierdo? ¡No!, hay cosas que no vale la pena intentar. No niego que me ponen caliente cuando leo aquí algunos relatos de tríos, no todos, donde uno de ellos es el marido. Pero creo que eso no se dará nunca.
    
    Me gusta lamerles los huevos a mis hombres. ...
    ... A mi marido se los chupo juntos pues los tiene chicos, pero a Bernabé sólo puedo hacerlo uno por uno. Me gustaría ver a la señora puta, exesposa de Bernabé, cómo le hace sentir en el cielo con la boca. Aprender cómo le gusta a mi amante y, como ganancia, llevar al cielo a mi marido con mi lengua manos y labios, pero no sabría cómo explicarle que lo aprendí. Claro, queda el recurso de decirle que lo vi en las películas porno que tenemos o en Internet.
    
    Yo no creo que todo esto sean “guarradas”, como dice Rikardo, aunque quizá sólo lo sea viéndolo como uniformación de simbiontes en el intercambio de bacterias y virus que hacemos con la boca, la piel y los sexos de nuestras parejas, y claro de las parejas de otros. (Dice mi amadísimo cogelón y chupador que el análisis de la variedad de los simbiontes en las personas sería una excelente forma de detectar a quienes son parejas consuetudinarias, y que su ex y yo seguramente tenemos los mismos porque despedimos el mismo aroma y tenemos el mismo sabor.) ¡Anda a ver! aquí estoy dándole ideas a los investigadores de la biología o a los de criminología.
    
    ¡Es igual, me gusta chupar y que me chupen; besar, lamer y recibir lo mismo; acariciar y frotar la piel con la de mis amores, aunque digan que son “guarradas”! 
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