El permiso de conducir (3): El examen final
Fecha: 06/06/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
Dimos un par de clases más y el último día antes del examen Sergio me miró sonriente antes de bajar del coche.
-Habías pensado que con sexo podrías manipular a los hombres, y creo que se han aprovechado de ti!
-Pues sí, tengo que reconocer que he sido una gilipollas y me han engañado!
-Bueno, veo que no te ha importado ofrecer tu cuerpo a dos hombres para conseguir tus propósitos, pero… te importaría ofrecérselo a una mujer?
Le miré con verdadera intriga sin saber por dónde iba.
-Que me estás diciendo?
-Conozco a una tía que está en el comité de exámenes, una mujer de unos cincuenta años que creo que podría conseguirte el permiso!
-Joder, y no lo podías haber dicho antes?
-No sabía hasta donde estarías dispuesta a llegar!
-Pues a todo por tener el permiso!
-De acuerdo! Hablaré con ella, pero como dices, espero que estés dispuesta a todo!
-No lo dudes!
Le dije finalmente, aunque nunca había mantenido relaciones con otra mujer, pero por obtener el permiso, ya me daba igual cualquier cosa.
Sergio hizo una llamada en ese momento y comenzó a hablar con una mujer.
-Hola Ana! Mira, tengo un problema que a lo mejor tú puedes resolver!
Le oí decir mientras aumentaba mi intriga.
-Si, sí! Yo te la presento, habláis y ves lo que puedes hacer!
Volvió a hablar Sergio, aunque yo no podía oír lo que decía ella y eso me estaba desesperando.
-Tienes esta noche libre? Me pregunto de repente.
-Si, bueno, tengo que ir a casa, pero ...
... a partir de las nueve estoy libre!
-Vale, entonces quedamos a las 9:30 pm en Meridiano!
-Sabes dónde está el pub Meridiano?
Me preguntó después de colgar.
-Si, me pilla cerca de casa! Creo que puedo ir andando!
-Yo estaré en la puerta, esperándote. Pasamos, te presento a Ana, me tomo una copa con vosotras y después ya es cosa tuya lo que acuerdes con ella. Ana tiene un puesto elevado en el comité de exámenes. Por ella pasan todas las fichas de los examinadores y algunos son de su confianza. Creo que es la persona indicada para que te concedan el permiso.
-Gracias Sergio! No sé cómo podría agradecértelo! Le dije entusiasmada.
-Bueno, cuando te den el permiso ya hablamos! Me dijo con su sonrisa cínica.
A la hora indicada estaba Sergio en la puerta esperándome. Me había puesto un vestido granate hasta la rodilla con una raja lateral que dejaba ver hasta la parte alta de mi muslo al andar. Los tirantes dejaban mi espalda al aire y el escote era realmente generoso, siempre me gustaba resaltar mis grandes tetas.
Entramos y la tal Ana estaba tomándose algo en la barra. Era una mujer de más de cincuenta, pero mantenía un tipo bastante estupendo. También llevaba vestido hasta la rodilla con una raja trasera y un escote algo menos generoso que el mío. Su melena, de rubio teñido, la hacía parecer más joven.
Después de las presentaciones, Ana me miró de arriba abajo descaradamente.
-Me ha comentado Sergio que te has presentado dos veces y te han ...