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Coronas y Hada
Fecha: 09/06/2025, Categorías: Transexuales Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos
... sobre ella para comérmela enterita. Arrodillada en el césped entre sus largos muslos con sus rodillas sobre mis hombros contemplé el tesoro de su polla vertical y muy dura perfectamente depilada. Asomaba del encaje negro de un elegante tanga que había hecho a un lado. Lentamente lamiendo la cara interna de sus muslos me fui aproximando al miembro con el sabor de su sudor en mi lengua. Me dediqué un buen rato a lamer sus huevos e incluso a jugar un rato con un dedo en su agujerito. Sabía que ella disfrutaría de su ano, y sus gemidos me indicaron que iba bien encaminada. Seguí subiendo. Besando la suave piel por el plano vientre a sus durísimas tetas. Me encantaba lamer sus pezones que parecían querer salir de la masa que los contenía de puro duros. Lamer sus suaves axilas depiladas, haciéndola gemir acariciando esos poco explorados puntos erogenos. Besar su fino cuello, incluso esa nuez que me había despistado hacía un rato. Hasta hacer contacto con los labios finos, que separándose solos al contacto de mi lengua golosa me dejaron entrar en su boca. Permitiendo que yo penetrase en su culo con dos dedos mientras nos besábamos con lujuria y mucha saliva. Mantenía su duro rabo duro vertical, inquebrantable a fuerza de pura excitación. Pero lo lógico era aprovecharlo, no dejar pasar esa ocasión que podía ser única. Mi propia calentura me llevó a subirme sobre su cadera y clavarme en su mástil, que fue entrando despacio, abriéndome y llenándome. Tan excitada estaba ...
... que no hizo falta más lubricación. De esa forma podía agarrarme a sus tetas y ella amasaba las mías. O yo misma me cogía una y me la subía hasta que podía lamer mi propio pezón con mi lengua. Hada también se incorporaba lo suficiente como para chupar mis pezones mientras agarraba con fuerza mi culo. Los venidos de ambas llenaban ese discreto rincón del jardín. El nylon de mis medias rozaba sus costados dando una sensación genial. Se tomó su tiempo para correrse, para llenar mi coño de semen. Para entonces yo ya había disfrutado de unos cuantos orgasmos. Puede que hubiera sido un chico, y tuvo que ser uno muy guapo. Pero para entonces ya sabía como hacer que una mujer se derritiera sobre, bajo o en ese rocoso pedazo de carne. Ambas conservabamos los tangas, solo los apartamos, y quise usar el mío para limpiarme un poco. Pero retuvo mi muñeca para coger mi cadera y tirar de mi cuerpo hacia su carita. Dejando un reguero que semen y flujo sobre su vientre consiguió que dejara mi vulva al alcance de su lengua juguetona. Ya me había corrido y varias veces, pero notar como su lengua recorría mi xoxito recogiendo su lefa y tocando el clítoris de vez en cuando consiguió que repitiera. Llegando a mi culo y clavando la sin hueso en mi ano. Quería su polla también allí pero ambas estábamos cansadas y aquello no reaccionaba. Mis gemidos se confundían con el resto de los que se oían por todo el jardín y los que subían desde la piscina. Un poco mas allá oía los suspiros ...