Dueña de casa muy erótica (historia contada por Romy)
Fecha: 26/06/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: gatodelpuerto, Fuente: CuentoRelatos
Mi nombre es Romy, tengo 38 años un “casi” marido y dos niños, tenemos una buena situación económica, yo trabaje hasta los 34 años como contadora de una importante empresa internacional pero renuncie para cuidar de mis hijos, este trabajo me dejo un buen respaldo económico que he sabido manejar.
Con mi marido nos iniciamos en el mundo swinger hace años, teníamos una vida sexual amplia, pero nos hemos ido apartando ya que el visita a muchas “conocidas” que les gusta tener a dos o más hombres en la cama sin competencia, yo por mi parte disfrute mucho de esas “fiestas”, pero no sé por qué me fui alejando, tal vez no quería asistir sola y que te vieran como la “necesitada”.
Tengo buena figura, soy rubia, muy blanca y con un gran busto coronado con unos pezones grandes, gracias a Dios mis tetas no están caídas a pesar de mis hijos, mis caderas son amplias y mi abdomen aun es plano gracias a una máquina para ejercicios y que, como buena descendiente de alemana, me ejercito en ella con disciplina.
Le pedí a mi marido que volviéramos a nuestras citas swinger, pero se negó:
-“Tengo varios compromisos y citas con las esposas de mis amigos – me dijo
-Y a mí me tiene en el abandono! no tengo sexo hace más de un año desde cuando fuimos a Brasil de vacaciones! -le grite.
-Bueno… te compensare… te enviare a algunos amigos… tengo que hacer algunas llamadas, pero los enviare hoy.
Mi entusiasmo con la idea fue creciendo, volver a tener varios hombres en la cama aumento ...
... mi excitación, la última fiesta que habíamos tenido en esas vacaciones estuvo fenomenal, solo en una noche tuve sexo con más de 10 hombres, había probado vergas de todos tipos y experimentado orgasmos múltiples como nunca.
Mi marido se había ido a su trabajo y mis hijos al colegio, la empleada no venía hoy así que era un muy buen día para una maratón de sexo desenfrenado. Me desnudé y me puse una bata blanca de algodón sin nada debajo. Pasaron un par de horas y nada, yo continuaba con mi imaginación erótica de hombres poseyéndome por todos lados, llevándome a la boca sus diferentes penes grandes y duros, saboreando sus líquidos, pasando mi lengua por sus glandes para excitarlos al máximo.
Estaba en eso, sintiendo como salían líquidos de mi ardiente vagina cuando sonó el timbre, salte de golpe, corrí a la puerta y abrí la puerta con rapidez:
-Buen día señora, venimos a ver el tv cable.
Era un hombre y su joven ayudante… -no los envio mi marido?
-Bueno, no se quien habrá echo el reclamo – contesto el joven.
-Pasen, fui yo la que los llamo, se me había olvidado por completo, adelante!
El hombre era muy atlético unos 35 años, note que miraba el escote de mi bata, la que había abierto un poco más coquetamente. Le ordena a su ayudante que revisara las conexiones de la caja de tv cable.
-La caja está en el dormitorio, pase Ud. por aquí – le dije.
El joven se dirigió al dormitorio, mientras que me yo quedaba a solas con el hombre.
-Es Ud. una mujer muy ...