1. Fany, la cornuda (capítulo 1)


    Fecha: 26/06/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos

    ... caliente y húmedo, ella se movía tanto y tan rápido, su verga se ponía tan dura tan rápidamente, que él tenía miedo que en un brusco movimiento de ella, él se colara ahí dentro… y sabía que no se detendría.
    
    —Métemela — dijo ella abriendo los ojos, podía sentir su gruesa vara bien dura contra su coño.
    
    —No — dijo él firmemente, se besaban apasionadamente, le apretaba su precioso culo buscando alivio a su lujuriosa desesperación.
    
    —¡Por favor! — rogaba ella, pero exigía realmente con la mirada, él negaba con la cabeza — Puedes metérmela sin condón, tengo una pastilla del día siguiente — dijo ella desesperada, él abrió los ojos incrédulo, ella pasó la mano debajo, levantó la cadera y ponía la punta de la verga en la entrada a su coño.
    
    —¡No! — dijo él desesperado moviendo su verga lejos de ahí con una mano y sentándola a lo largo de su falo de nuevo.
    
    —¡Entonces cómeme el coño de una maldita vez! — dijo mirándolo fijamente, exigiendo, aunque sonriendo.
    
    Haciéndolo ver fácil, él la tomó de la cadera y la levantó, la acostó sobre el sillón, le colgaban las piernas, él se echó en el piso de rodillas frente a ella, le abrió las piernas y hundió la cabeza debajo de su falda escolar, viendo su coño hasta que lo tenía justo en la cara, y vaya que se detuvo a mirar. Pequeño, definitivamente pequeño, diminuto tal vez, ¿Debían ser tan pequeños? Entre toda la jungla de vello púbico de su novia ahí debajo y que ella no le dejaba acercar el rostro a menos de un metro, nunca ...
    ... había visto bien un coño, siempre la penetraba básicamente a ciegas, las primeras veces fue caótico, pero se habían acostumbrado.
    
    Tan pequeño y lindo, completamente depilado y algo más oscuro que el resto de su piel, por alguna razón eso le gustó, el olor era intenso, pero agradable de algún modo, el cerebro primitivo es curioso, siempre pensó que era chiste todo eso de la pescadería, no lo era. Besó los muslos de la chica cerca de su coño como hizo ella, Eliza se estremecía, la chica miraba emocionada al chico con la cabeza ahí metida, Mario le lamió una ingle y ella recostó emocionada la nuca, esperando que comenzara la diversión.
    
    Mario miró un último segundo el agujero del placer de Eliza antes de lamer todo desde abajo hasta arriba con toda la lengua, Eliza gimió con naturalidad, sin pudor y todo su cuerpo se estremeció por completo, sus manos se sentían ligeras igual que su cabeza, su cuerpo se relajaba, como si su cerebro la obligara a solo sentir su vagina. Los tímidos ruidos sexuales de ella eran combustible para él, comenzó a lamer su viscoso coño de arriba abajo con la lengua de fuera y con ritmo. Eliza dejó caer los brazos y la cabeza, disfrutaba de la lengua del chico pasándole a lo largo de los labios. Mario disfrutaba descubriendo aquel interesante sabor, nada parecido a miel o “dulce” como decía el pendejo de Luis, más bien un sabor intenso, algo ferroso y avinagrado, amargo tal vez al final de su lengua, le encantaba.
    
    Mario tomaba confianza, su verga ya ...
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