Un día gris, en brazos de mi hermano
Fecha: 26/06/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... bañarme a mi también” Le decía con cara triste, como de alguien que va a romper a llorar para intentar dar pena.
“Pues vas a tener que esperar, me acabo de meter y no pienso salir” Me contestaba mirándome de arriba abajo.
“Joder tío, estoy helada y córtate, deja de mirarme así, que no llevo nada puesto”
“Lo siento por el frío, no por mirarte, además sí que llevas algo puesto, si no veo mal llevas unas braguitas y un sujetador, que por cierto es un conjunto muy bonito” “¿Para quién era?”.
“Para ya de mirarme las tetas guarro y no era para nadie”
“Perdona, pero lo primero no te miraba solo las tetas, y en segundo lugar te expresaba lo bonito del conjunto, las bragas te quedan de vicio”
“¿No te da vergüenza?” le recriminaba un poco enfadada aunque no sabía muy bien si era por no dejarme bañar o por que no paraba de mirarme.
“¿A mi?, ¿será a ti que has entrado sin llamar?”
“Para ya Luis joder, o me meto dentro contigo”
“Tú verás”
“¿Así? Pues mira lo siento”
“¡Lara!, Lara pero que haces joder”
Sin pensármelo dos veces me metí en aquella agua tan caliente que todavía humeaba, la sensación de sumergir primero los pies y después el resto del cuerpo fue como un escalofrío de placer, dejando escapar todo el frío de golpe que tenía metido dentro de mi, el problema que según me había metido, no cabíamos los dos, uno enfrente del otro, a cada extremo de la bañera que aunque no era pequeña, realmente nos molestábamos con los pies, pero no había marcha ...
... atrás, no porque no pudiera, sino porque no quería, cerré los ojos y estaba tan calentita dentro de aquella agua, que me había olvidado por un instante de mi compañía, es más me había olvidado de que llevaba las bragas y el sujetador que se calentaban ahora pegados a mi piel como si fuera un bañador.
“Lara, estás loca, no ves que no cabemos los dos, además yo estaba antes que tú”
“Luis, te recuerdo de quien es la casa, ¿necesitas recordar que estas de visita?, ¿Qué le prometí a tu mujer que podías quedarte una semana y ya va para dos semanas?
“Bueno, bueno no hay que ponerse así, solo digo que no cabemos”
“Si, en eso tienes razón, no cabemos, tú sobras”
No había terminado de decirle aquello cuando me levante pasándome las manos mojadas por mi cara, mirando a Luis como desde su posición menos elevada me miraba todo el cuerpo sin perderse ningún detalle de las gotas que resbalaban por mi piel precipitándose al fondo de la bañera y uniéndose a ese mar caliente desde donde parecía haber nacido, no me di cuenta hasta un poco mas tarde en que nuestras miradas se habían encontrado tan solo y únicamente un momento entrelazándose, hasta que al final Luis desvió su mirada a mis piernas y de ahí con un recorrido ascendente me iba besando con la mirada, sus ojos deslizándose con suavidad por mis muslos y deteniéndose en la forma de mis bragas mojadas por el agua cubriendo mi vulva, dibujando la forma de mi vulva y cómo me subían hasta lo alto de mis caderas, realmente me ...