Un día gris, en brazos de mi hermano
Fecha: 26/06/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... has hecho?
“UPS, perdona, se me fue un poco la mano”
“Ya, ya, pues quietecitas las manos”
“Pero no me digas que lo has notado, si tan siquiera te he rozado”
“si lo note, si”
“El que, ¿esto?
“¡Luis!, ay, ¡quieto!”
“Pero si estoy quieto”
“No, no lo est… ¡Luis! aahh quieto, por favor, estate quieto”
“Pero Lara, si no hago nada, simplemente quería saber si tenías las bragas puestas”
“Mmm si, si las llevo puestas, pero eso no son mis bragas Luis ay, mmm, eso es mi… mmm”
“Te gusta Lara, no sabía que estuvieras depilada, ¿te gusta?, ¿sigo?”
“¡Aayy! Si… no, no sigas, déjame por favor”, “Mmm no…, no pares, sigue aahh”
“No, si, si, no, yo no quiero parar Lara, no quiero”
“Pues no pares, no pares, no pares”
Todo había pasado muy rápido, quizás demasiado aunque no me tenía que sorprender, ya que quizás en el fondo lo esperaba y lo que era peor lo estaba deseando, Luis me había empezado acariciar mi vientre y poco a poco metiendo su mano entre mis bragas, descubriendo con asombro que estaba depilada y quizás con más asombro aunque al meter sus dedos entre mis labios los notaba mojados y no por de agua, sino de algo más viscoso, poco a poco descubría mi clítoris que se iba endureciendo y más abajo al meter dos dedos en mi vagina la encontraba realmente mojada.
Estaba tan excitada que no quería parar, me había olvidado por un instante de quien era Luis, estaba casi obligada a dejar que siguiera acariciándome, caricias que se convertían en ...
... pequeños gemidos cuando notaba como sus dedos atravesaban la entrada de mi vagina, penetrando dentro de mí como buscando algo, entraban y salían de mi vagina, limpiarse con el agua el flujo que extraían de mí.
Intente decir que no, el último intento lo realice cuando gire mi cabeza mirando hacia arriba, veía sus ojos clavarse en los míos, fijarse en mis labios que parecían como si los reclamase y en un último esfuerzo con mi mano agarrando su muñeca con fuerza ya dentro de mis bragas queriendo retirarle la mano de donde estaba, cuando sentí en mi pecho como me apretaba con su otra mano, apretármelo con suavidad y pasando la yema de sus dedos por mi areola, pellizcando mi pezón, en esos momentos mis labios que estaban dispuestos a levantar la voz se vieron superados por sus labios besándome, mordiendo mi labio inferior y uniendo nuestras lenguas en un baile apasionado, no había vuelta atrás, mi cuerpo era por entero suyo y el suyo mío, mi mano que no hacía ni un segundo está quitando la suya de mis bragas, se entretenía ahora en subir y bajar por su pene que estaba realmente duro, como una estaca soportaba los movimientos suaves bajándole toda la piel, estirándosela entera y volver a subir con la misma suavidad para terminar con la palma de mi mano abrazando todo el glande.
La escena era demasiado excitante observada por los múltiples espejos que teníamos, espejos por otra parte que tampoco no enseñaban mucho debido al vaho del calor que hacía y quizás mejor así para no ver ...