1. Un día gris, en brazos de mi hermano


    Fecha: 26/06/2025, Categorías: Incesto Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... con quien estaba a punto de follar.
    
    “Lara, déjame que te quite las bragas”
    
    Nada más oírle me levante, me gire dejando mi vulva prácticamente en su cara, las bragas mojadas dejaban escapar el agua sobre su boca cuando Luis me cogió con sus manos por mi cintura y me acerco a él, hundiendo su nariz en mis bragas justo en el pliegue hacia dentro que mis bragas hacían al meterse en la raja de mi vagina, le sentía respirar profundamente, llevarse el olor de mi interior hacia él, los gemidos cada vez menos incómodos, más deseados, miraba hacia abajo y notaba como me mordía las bragas justo en la entrada de mi coño, apoye las manos en el frío espejo que tenía delante, sin reflejo alguno salvo cuando yo le pasaba la mano para ver mi rostro descompuesto de la excitación, miraba hacia abajo viendo como jugaba conmigo, luego al espejo y una vez más abajo cuando Luis empezó a quitarme las bragas a la vez que empezaba a saborear el interior de mi vagina con su lengua, pasabola por mis labios hasta llegar a mi clítoris cuando mis bragas ya estaban más abajo de mis rodillas.
    
    Los gemidos se quedaban pegados en el espejo, le miraba con la cara descompuesta de placer cuando sus dedos pulsaban y apretaban mi clítoris y su lengua me atravesaba recogiendo el néctar de mi interior, cerraba los ojos echando mi cabeza hacia atrás expulsando un gemido tras otro, una vez liberada de mis bragas que flotaban junto a él, Luis me agarraba de los glúteos apretándomelos y acercándome más a él, ...
    ... hundiendo su boca en mi vagina casi sin poder respirar, mis pierna flojeaban y temblaban así como todo mi cuerpo y como su boca y su lengua se iba deslizando por mi cuerpo, por mi abdomen y mis pechos abrazándome con fuerza mientras me deslizaba hacia abajo hasta llegar a sentarme sobre él, abriéndome todo lo que podía de piernas.
    
    Nos besábamos cada vez con más pasión, sus manos en apretando mis caderas y yo buscaba con impaciencia la postura más cómoda para meterme su polla en mi coño.
    
    “Luis, Luuu… Luisss”
    
    Estaba sintiendo como su pene se deslizaba hacia el interior de mi cuerpo llenándome de un placer que todo mi cuerpo empezó a temblar, empecé a subir y bajar, por el cómo si de una barra bien engrasada se tratase, mis gemidos en sus labios, en sus oídos llamándole por su nombre, pidiéndole que me penetrase muy profundamente, diciéndole que le deseaba entre gemidos y pequeños gritos, mis caderas moviéndose de un lado a otro mientras que sus manos me acompañaban subiendo y bajando mi cuerpo, apretándome los pechos con fuerza y metiéndose mis pezones en su boca.
    
    A pesar de que la bañera se nos hacía pequeña, ninguno de los dos quería moverse, las penetraciones aunque poco profundas si nos hacía que los dos disfrutáramos el uno del otro, pero fue Luis quien tomó la decisión de movernos y alzando su pelvis hacia arriba sentí como su pene ahora si me atravesaba entera dejando tras de mí un grito de placer hasta que sentí como sacaba su polla de mi vagina, sin parar de ...
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