Sensaciones sexuales (III)
Fecha: 27/06/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: ramirogal, Fuente: CuentoRelatos
... dejando el mate en la mesa, me paré, la invité a pararse y le di un fuerte abrazo. fueron un par de minutos en silencio. Sentía que por la forma en que me abrazaba que lo estaba disfrutando. Me atreví y le besé el cuello. Ella sonrió y me dijo: “que rico”.
Me había gustado besar ese cuello, así que redoblé la apuesta y la besé bastante mas en el cuello, alternando de un lado y del otro.
Con toda la intención me fui acercando a su boca y nos cruzamos en un beso desenfrenado. Nuestras lenguas se cruzaron y ella empezó a respirar de manera especial. Su abrazo subió a mi cabeza y mis manos recorrían su espalda.
Nos abrazamos mas fuerte. Mis manos ya tenían vida propia y se metieron debajo de su remera, directamente a su piel. Su espalda se sentía suave y ella claramente disfrutaba mis manos calientes. Los besos seguían. Nuestras lenguas se escapaban eventualmente de las bocas en busca de dar placer al otro. Yo sentía que tenía una erección en puerta.
No pregunté, pero mis manos, que como dije tenían vida propia desabrocharon su corpiño, levantaron esa remera y dejaron ver sus pechos maravillosos. Hermosos pezones color rosado, muy puntiagudos, invitaban a ser besados. Por supuesto que lo hice, primero uno y luego el otro mientras los acariciaba con una mano y con la otra buscaba su cola.
Ella misma ya había desabrochado el botón principal de su jeans y yo le ayudé a bajarlo. Tenía puesta una bombacha color piel. Le quedaba hermosa. Se notaba que estaba excitada ...
... porque se veía un poco mojada en la parte de su sexo.
Al verla le dije que era preciosa y si bien disfrutaba besar sus pechos, estaba al borde la excitación. Le bajé la bombacha y pude notar que estaba toda depilada. Ella en ese momento me dijo: ¿me chupas la concha?
No le respondí, la acerqué a la mesa, con mucho cuidado corrí el agua caliente y el mate, y la acosté sobre ella. Sus piernas quedaron al borde, de manera que con agacharme un poco podía tener para mi su hermosa vagina. Estaba muy mojada, señal que estaba disfrutando el momento.
No se la chupé directamente, terminé de sacar el jeans, que estaba casi todo a sus pies, y también saqué su bombacha. Sólo le dejé unos delicados zoquetes que me parecieron muy femeninos y que a ella le gustaría conservar.
Levante sus piernas y empecé a besarla en la parte interior de los muslos. Muy suave. Pequeños besos que luego se convirtieron en pasaditas de lengua. Una y otra pierna. Vanesa gozaba porque eventualmente emitía pequeños gemidos y estaba con los ojos cerrados y la boca muy abierta.
La besé en el pubis. Mis manos acariciaron su cola. Sus piernas fueron a mis hombros. MI boca esta vez sí buscó su clítoris.
El movimiento que hizo cuando besé su botoncito mágico y el gemido que emitió claramente lo tomé como una aprobación que las cosas estaban encaminadas. Pasaba mi lengua en círculos, de arriba a abajo, absorbía. Ella me agarraba la cabeza y me la presionaba con fuerza a su cuerpo totalmente descontrolado. ...