Mi sumisa traía regalo (II) - Relatos Eróticos

Mi sumisa traía regalo (II)

... hermana?, y no me refiero a lo de tu hija y yo.

-De lo que ha pasado hoy no le he dicho nada Raul, no me he atrevido, pero ella sabe de los sentimientos de Diego y míos, ya le dije que no tenemos secretos, lo mismo que yo lo se todo sobre ella, o por lo menos eso creo.

- ¿Y cuánto tiempo lleva sin follar?

Se quedo parada y volvió la rojez a su cara.

-Según ella lleva años, Raul, aunque sabe que su marido tiene a alguien en Madrid.

-Vámonos que se va a mosquear si tardamos, y veas lo que veas en la cena, disimula, y díselo a Diego también.

Me senté yo.

-Siéntate a mi lado Olga y que tu hermana se siente al lado de su marido.

-No Raul, que se siente Mavi, yo me siento junto a mi hermana.

-Ella no come en la mesa.

Al oír esto, MI PERRA se puso a mi lado de rodillas.

Olga no sabia donde meterse, pero no dijo nada y se sentó a mi lado, y al hacerlo la falda se le subió por encima de la blonda de las medias, dejando a la vista una carne muy apetecible.

-Sírveme vino tinto Olga

Conforme se lo dije cogí un trozo de jamón con los dedos y se lo llevé a la boca a MI PERRA.

Casi se le cae la botella.

Yo estaba lanzado y excitado, y como quería tener la manos libres.

-PERRA vete al lado de tu madre y que te de ella de comer.

-Vamos a cenar, y ahora por lo bien que te has portado puedes preguntar lo que quieras.

-Pues ahora no se que preguntarle, porque viendo lo que estoy viendo estoy alucinando, pero no para mal.

-Se que no lo ...

... estas para mal, ademas estas hasta excitada, ¿o me equivoco?

A Victoria se le fue el vino por el otro lado y empezó a toser, mientras Diego reía a carcajadas, momento que aproveche yo para llevar mi mano entre sus piernas, que las cerro, pero al ver mi cara seria, las abrió dejando llegar mi mano a sus bragas, que como efectivamente ya suponía estaban mojadas.

En cuanto se recupero Victoria del ataque de tos, pero sabiendo que se había dado cuenta donde estaba mi mano, la saque y me la lleve a mi boca, para que ella lo viera.

-Todo muy rico, pero yo estoy que no puedo más, PERRA, chúpamela mientras cenamos.

Tanto Victoria como Diego, haciendo caso a lo que le había dicho antes, hicieron como que no lo escucharon, mientras MI PERRA se metía bajo la mesa y desabrochándome el pantalón a lo que le tuve que ayudar, me la saco y se la metió en la boca.

Olga no sabia donde mirar, pero no se movía, miraba a su hermana y cuñada incrédula, por la naturalidad que aparentaban tener.

Cogí una mano de MI PERRA, y se la llevé al coño de su tía que aun mantenía las piernas abiertas.

-Ya sabes que hacer PERRA, aunque sea tu primera vez.

Olga se hecho en el respaldo y ya no aguanto más, empezó a gemir.

-Uf, para, dile a mi sobrina que para, por favor

-Aaaag, sigue PERRA, que, aunque aún te falta, lo haces bastante bien PERRA, Sigue, que me voy a correr, y si consigues que se corra tu tía antes que yo, te premiare PERRAAA.

-Victoria, por favor, dileee uf da igual, ...