Una mentira piadosa
Fecha: 27/06/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Lynette, Fuente: CuentoRelatos
... estaba tumbado a mi lado (ya que me resultaba muy doloroso hacer dos mamadas una misma noche). Sus rudos gemidos eran cada vez más fuertes y yo también estaba cerca de llegar al que sería mi segundo orgasmo. No sé si fue por la excitación del momento, que solo logré gritar lo primero que se me había pasado a la mente:
-Joel, por favor, córrete en mi pecho.
Él se alzó y rápidamente note un líquido caliente sobre mi piel. Mi fetiche por los fluidos me obligó a recoger un poco con mi dedo y llevármelo a la boca. Era más dulce que el semen de Marco. Ojala él se hubiera corrido en mi boca, pensé...
Aún quedaba por cumplir mi última fantasía, por la cual inicié todo esto, probar "la doble penetración". Intentamos encontrar la mejor postura. Marco me abrazó por la espalda, mientras Joel me sujetaba por delante. No voy a mentir, en ese momento estaba totalmente aterrada, pero Joel logró tranquilizarme con sus palabras.
-Si en algún momento te sientes incómoda, te hacemos daño o simplemente te agobias, grita la palabra "rojo" y no dudaré en parar -aclaró Joel.
Yo simplemente lo miré a los ojos y sonreí aliviada.
-Se que es la palabra más común, pero es la más útil- contestó devolviéndome la sonrisa.
-En mi también puedes confiar, no te preocupes -dijo Marco, besando mi cuello.
Marco empezó ...
... penetrándome por detrás, y aún con lubricante resultó algo doloroso para mí. En el momento que Joel me introduzco su pene, un quejido emanó de mi boca y mis uñas se clavaron en su cuerpo. No lo pude evitar, pero no grité la palabra de seguridad, no quería que se detuvieran. Ellos siguieron y poco a poco podía sentir el placer que se generaba al sentir la presión de los penes en la parte posterior de la pared de mi vagina. El dolor y el gozo se unían, y no era para nada desagradable. La fricción, el frotamiento de sus dos miembros producían una nueva y satisfactoria sensación dentro de mí, que jamás había experimentado antes. Esta cada vez se hacía más y más intensa, coronando en una gran convulsión que hizo estremecer todo mi cuerpo a la vez que las lágrimas brotaron de mis ojos. Mi espalda se arqueó, sintiendo ese inmenso placer durante varios segundos para que después mi cuerpo desfalleciera abruptamente en los brazos de esos dos chicos.
Los tres acabamos realmente agotados, y no era para menos, estaba claro que hacer un trio con dos chicos era mucho más duro que hacerlo con una chica y un chico. Hubiera sido mucho más fácil si hubieran interactuado entre ellos. Igual eso se podría convertir en una nueva fantasía para mí, disfrutar observando a dos hombres teniendo relaciones sexuales entre ellos...