Amante del jefe de mi hijo
Fecha: 29/06/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: neron6280, Fuente: CuentoRelatos
... entrepierna, se entretiene, empieza a besar mi vagina y a meterme su lengua. Yo gemía, me retorcía, me gustaba lo que le estaba haciendo Javier en mi cuerpo, Javier se detuvo un momento, para mirar detenidamente mi vagina, rasurada, y muy mojada.
Luego se sube encima de ella y empezó a penetrarla con fuerza, empecé a sentir que me llevaban al cielo. "Me estremecía, sentía goce, temblaba de placer y quería más". Pronto las embestidas eran más fuertes, sentía el placer y con los orgasmos que comenzaba a llegar, era fantástico nuevamente sentía que me poseían con pasión y eso me excitaba, llegando a un soberbio orgasmo y gritando de rabia al sentirme saciada por otro hombre y no por mi marido. Quedamos abrazados sobre la cama sin aire y agotados del esfuerzo realizado. Luego se levantó y se marcho
Un buen día iba a salir para el trabajo con mi hijo, pero recibí una llamada de Javier que los esperara así que le dije a mi hijo que siguiera adelante que tenía dolor de cabeza y me iba a tomar unas pastas, a los 2 minutos llego Javier me deslizo hacia mi dormitorio, después metió sus manos por debajo de mi blusa para acariciarlos por encima del sostén de seda que traía ese día, me acarició y manoseo los pezones, Dios… fue lo más rico que me habían hecho en los pechos en mucho tiempo, siguió besándome, no pude seguir resistiendo sus embates y su persistencia, me entregué completamente al diluvio de caricias que en ese momento él me ofrecía.
No supe cómo reaccionar y eso ...
... terminó entregándome en los brazos de él, estaba súper excitada y con ganas de sentirme mujer penetrada y dominada, mi gran debilidad me había puesto de manifiesto mientras él me comía los pechos y con una mano se las ingeniaba para masturbarme por encima de las pantaletas, con toques sutiles. Al rato estábamos destrozando la cama donde dormía con mi esposo con nuestros vaivenes, pero la fricción era exquisita y estaba a punto de mojarme toda, eso no me importó mucho y seguía recibiendo en mi vagina ese pene grueso que me estaba haciendo delirar.
Gemía y me retorcía, me gustaba lo que me estaba haciendo en mi cuerpo, se detuvo un momento Javier, para mirar detenidamente mi vagina, rasurada, y muy mojada, dilatada al máximo al ser penetrarla con fuerza por su pene, y empecé a sentir que me llevaba al cielo, me acople al vaivén de las penetradas profundas de Javier en mis entrañas y sin poder impedirlo lo amarre con mis piernas por la espalda atracándolo contra mi cuerpo. Me estremecía, sentía placer, temblaba de placer y quería más. La cama crujía y me aferraba al respaldo del lecho Pronto las embestidas eran más fuertes sentía el placer y con los orgasmos que comenzaba a sentir, ¡era fantástico!, ahora sentía que me poseían con pasión y eso me excitaba, llegando a un soberbio orgasmo.
Esa misma noche llamé a mi hijo y le dije que tenía que revisar unos documentos y que llegaría en una hora, al colgar el teléfono Javier estaba como toro de fuerte y arremetió contra mi cuerpo, ...