Otro reencuentro
Fecha: 08/07/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Elsemen-tal69, Fuente: CuentoRelatos
... olvidare te lo digo en serio, aunque pasen años, siempre te recordaré y sé que tú a mi
Yo: claro Liz, este momento y tú me hacen sentir tan querido, que yo siento que también te quiero, te amo Liz (en ese momento después de decir eso, me sentí bien pero algo extraño)
Liz: yo también te amo, disfrutemos de nosotros hoy que es nuestro día.
Y ahí reanudamos nuestro amor:
Le quite la copa de la mano, estábamos sentados en la cama y comencé a besarla con mucha pasión, sentía tan rico esos labios carnosos y su lengua juguetona tan deliciosa que no me quería separar de ella, me estaba comenzando a pesar el que fuera la última vez que estaría con ella. Ella tomo mi cabello y comenzó a acariciarme fue bajando por mi espalda y yo también estaba acariciando su espalda, pase por sus firmes senos deliciosos, su cintura, cadera y sus nalgas exquisitas, era un manoseo pasional, no era atrabancado como animales en celo, estábamos haciendo el amor como debe de ser, no estábamos excitándonos para coger, para mi hay diferencias entre ambos términos.
Liz: (entre beso y beso) Te amo, nunca me olvides por favor, quiero ser tu mejor recuerdo en tu vida
Yo: Lo serás siempre mi amor, mi Liz querida, te amo, te deseo, te quiero aquí conmigo (después lo entendí, ella me estaba dejando bien clavado, el que iba a sufrir por esta despedida era yo, y así fue)
Liz: hazme el amor, mi vida, házmelo como nunca me lo has hecho
Y pues le tome la palabra, comencé a transformarme en ...
... bestia lujuriosa y mi manoseo se intensifico, a lo cual le quite la camisa que traía dejando esos senos al aire y quite el sujetador como experto para poder comenzar a mamar esas ubres que tanto me gustaban, ese pezón café oscuro delicioso ya estaba erecto al cien, al igual que mi palo, la recosté en la cama para estar más cómodos y seguí mamando mientras ella gemía delicioso y esos ruidos ricos me excitaban más; fui bajando y comencé a quitarle su pantalón donde veo su tanga negra muy mojada, mis dedos ni tardos ni perezosos comenzaron a entrar en su cueva, mete y saca, su humedad estaba muy elevada y sentía como su clítoris se ponía súper duro, jadeaba de placer. Llegando al pozo, comencé a darle el mejor sexo oral que haya recibido, palabras de ella, fácilmente me quede en el pozo una hora, se venía, me mojaba, cambiábamos de posición, pero lo que más me gusto de ese sexo oral que me recostó en la cama y se sentó en mi cara, que delicia, cada que se venía me caía toda su venida, hasta que tuve que decirle que cambiáramos porque mi boca ya se estaba trabando de tanto movimiento.
Comenzamos con un misionero, mi pene entro poco a poco en su sexo, veía su carita de felicidad con placer, de verdad que esa vez la recuerdo muy lucidamente:
Liz: sigue así, mételo suave, no me la dejes ir toda
Yo: ¿te gusta así mi amor?
Liz: si así esta deli, quiero ser tuya, pero con mucho amor
Yo: a la orden, te amo Liz, no quiero que te vayas de mi lado (ups…. Aquí en este preciso ...