1. Alma, Belén, el bomboncito y la yogurina


    Fecha: 06/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... jovencitos, ni las jovencitas... ¿Qué te gusta?
    
    -Mi marido.
    
    Alma era zorra vieja, por eso le dijo:
    
    -A ese ya lo tienes tan visto como tengo yo al mío. ¿No te gustaría ver como se corre una mujer? Y me refiero a una mujer como yo, no a las del porno. ¿O es que tampoco ves porno?
    
    -Yo no veo esas obscenidades.
    
    Alma le dio un trago a su bebida, y después le dijo:
    
    -Hace treinta años no eras así. Le llamabas al pan, pan, y al vino, vino. ¿Tanto te cambió tu marido para dejar de hablar en plata?
    
    -Es que algunas cosas hay que callarlas, Alma.
    
    -Confiésate. ¡Qué somos amigas de la infancia! ¡Que nos hicimos el primer dedito juntas, coño! ¿Ves porno?
    
    -¿Por qué no hablamos de otra cosa?
    
    -¿Ves porno o no?
    
    Belén, empezó a quitarse la careta.
    
    -A veces, cuando tengo ganas de hacer un dedo. ¿Y tú?
    
    -Sí, porno de maduras con jovencitas y con jovencitos. Porno gay, lésbico... Me hago unos dedos deliciosos.
    
    Belén ya se soltó.
    
    -Yo soy asidua a una página. Me corrí con la mayoría de las chicas.
    
    -Les comes el coño al masturbarte.
    
    -Siempre. Y me corro cuando se corren ellas.
    
    -¿Te chupas los dedos después de correrte?
    
    -Siempre. ¿Y tú?
    
    -También. ¿Quién fue el primero con el que le pusiste los cuernos a tu marido?
    
    -Fue una mujer.
    
    -¿Cómo ocurrió?
    
    -Fue el día de mi boda. Yo estaba sentada en el borde de la cama, desnuda. Me iba a poner una lencería blanca. Entró mi futura suegra en la habitación, y me dijo:
    
    -"No te puedes vestir ...
    ... antes de maquillarte".
    
    -Mi suegra era una mujer morena, de 44 años, bella, y con un buen tipo. No me imaginaba que aquel cuerpo tuviera tanto vicio... Después de pintarme los labios, me dijo:
    
    -"Te voy a pintar los otros labios. Cuando José Luis te coma el chochito deben estar arreglados".
    
    -No me lo podía creer. Tenía a mi futura suegra arrodillada delante de mí. Olía a Chanel. Con dos dedos me abrió el coñito y con el carmín, muy, muy despacito, fue pintando los labios. ¡Joder! Me calenté de tal manera que los pezones de mis tetas parecían astas de toro. Mi coñito se empezó a abrir y a cerrar y a mojarse. Fue imposible que le dijera que no cuando me preguntó:
    
    -"¿Me dejas que te bese los labios del chochito, cielo?"
    
    -Besa.
    
    -"Esto te va a encantar, cariño".
    
    -La viciosa me los besó con lengua. Me eché hacia atrás sobre la cama, abrí bien las piernas y magreé las tetas... ¡Qué lengua tenía! Aquella mujer debió comer coños desde muy joven... Tardé menos en derretirme en su boca de lo que tarda en derretirse un helado de cucurucho bajo el sol de agosto al mediodía... Mientras me corría me encantó oír el ruido del chapoteo que hacía su lengua con el jugo que salía de mi coño y sentir la barra de labios entrar y salir de mi ojete... Llegó un momento en que dejé de oír. Todo era sentir, sentir un placer que llegó a ser tan brutal que casi pierdo el conocimiento. La corrida fue tan larga y tan intensa que en la luna de miel no follé con mi marido, follé con su ...
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