Estrenando casa
Fecha: 08/07/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos
... semana sin joder.
- te lo prometo
- ¿Dónde vas a dormir?
- en el camión, aquí en la fábrica.
- ¿Por qué no coges un taxi y te vienes a dormir aquí? Te mando la dirección.
- No quiero molestar…
- Tu no molestas, además, pienso cobrármelo.
- Está bien, así que cargue e estacione voy para allá.
Me preparé para recibirle, lo primero una buena ducha, limpiar bien la polla, los huevos, el ano, me perfumé y me coloqué las anillas en los pezones, me gusta ir por casa con un kimono por toda indumentaria, tengo varios, me coloqué uno limpio y me senté en el sofá a esperar a José viendo porno en el portátil.
Cuando sonó el portero automático pegué un respingo, estaba nervioso como una colegiala el día que la van a desvirgar, abrí y esperé detrás de la puerta, ansioso, ni siquiera le dio tiempo a llamar al timbre.
- Hola puta, vaya como te lo montas.
Allí estaba, moreno, fuerte, hermoso, con su barba negra, su cabeza rapada, sus labios gruesos y su sonrisa perfecta, cerré la puerta, acerqué mi boca a la suya y le besé, soltó la bolsa que traía y me abrazó, nos unimos en un beso húmedo y nuestras lenguas se cruzaron.
- ¡Joder maricón! Al menos déjame tomar baño.
- Vamos cabrón, te enseñaré el cuarto de baño, aunque – olía a sudor y eso todavía me ponía más cachondo – no se si me gusta que te quites ese olor.
- No entendo como podes llevar tanto tiempo casado con una mujer com lo puta que eres.
- Yo tampoco.
Le acompañé al baño y le ...
... entregué una toalla, mientras se duchaba me serví un Belvedere, un vodka polaco que siempre tengo en el congelador y me senté a esperarlo, cuando salió me quedé atónito, todavía húmedo, con la toalla a la cintura, el pecho amplio, los brazos, las piernas fuertes, el vientre, todo cubierto de espeso vello negro.
- ¡Madre de dios!
Me puse de pie y dejé caer el kimono arrojándolo al suelo, me quedé desnudo con una erección que dolía, me acerqué mirándolo a aquellos ojos oscuros y tiré de la toalla, su enorme polla y sus huevos peludos quedaron a la vista.
- Joder.
Le eché mis brazos al cuello y uní mi boca a la suya, metió su lengua y jugó con la mía, mordió mis labios y volvió a introducirme la lengua, sus manos agarraron mi culo y me apretaron contra su cuerpo mientras continuábamos con nuestro largo y húmedo beso, me dio la vuelta y se apretó contra mi espalda, me rodeó con sus brazos y sentí su miembro contra mis nalgas mientras besaba mi nuca, mordía el lóbulo de mi oreja y echaba su aliento cálido en mi cuello, sentí un hormigueo subir por mi estómago.
- Mmmm
- Estás caliente como una perra.
Mi mano derecha subió y agarré su cabeza para apretarle contra mí mientras dejaba que mordiera mi cuello, su mano izquierda recorrió mi vientre hasta agarrar mi polla mientras la derecha agarraba el arete de mi pezón y tiraba.
- ¡Aaah! ¡Cabrón portugués! ¡Como me tienes!
- Puta, tu eres mi puta, te voy a matar de gusto.
- Siii, fóllame – mi mano izquierda se fue ...