Me cogí a la suegra de mi cuñada
Fecha: 10/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
La causalidad hizo conocernos en el deseo, ni ser familia, ni la edad importó, solo quería sentirse mi mujer, mi puta, entregar todo, volver con el recuero de estar bien cogida hasta el próximo encuentro.
Era una tarde de esas donde el aburrimiento te obliga a salir del agujero interior, el tiempo frio y lluvioso solo sirve para tomar mate y mirar la tv, de lo segundo no me agrada, entonces el mate fue compañía en la pc, abrir el Facebook para ver que traía de novedad.
Mirando las sugerencias de amistad, me llama la atención la de una mujer, Esther, y por esas cosas de la causalidad nos terminamos enredando en una “charla” que casi de inmediato derivo en una privada, amena y bien entretenida. Como suele pasar en estas situaciones donde dos extraños de conectan y hombre y mujer entre dos anónimos contribuye a que los temas de intimidad surjan con fluidez y facilidad.
La dinámica de la conversación nos fue llevando por el tobogán del erotismo y desembocar en la sexualidad pero nuevamente el azar juega sus cartas, aún con nombres ficticios y los cuidados en el aporte de datos, se nos fue revelando que había una relación demasiado cercana, era la suegra de mi cuñada.
De la sorpresa al temor de habernos confiado en contar ciertas intimidades que ahora se nos revelaban comprometedoras, pero la franqueza y prevención nos motivó a conservar estos contactos con prudencia y reserva y obviamente la complicidad en esta aventura de contarnos cosas bien privadas. Desde ahí el ...
... tono de la conversación pasó del face pasó al whatsapp y el teléfono fue la resultante obvia.
El morbo del parentesco incentiva el tono erótico de la conversación, la relación parental nos obligaba a encontrarnos con mayor frecuencia, había transformado lo casual en causal y los temas conversados a ser cómplices. A partir de ese momento éramos dos personas que comienzan a transitar el delicado equilibrio entre el morbo erótico y el deseo prohibido.
El morbo encendía el deseo, lo prohibido aviva las llamas para quemarnos en el infierno del pecado en familia. La charla trivial se iba encendiendo con el deseo, el calor del verano era la excusa para apagar ese fuego interior, saltar la valla de lo prohibido…
- Te animas a tomarnos un helado?
- Sí!!
Me parecía que la rapidez en responder fue como si estuviera esperando esa excusa para el encuentro. La respuesta derivó en una animada charla con la evidente intención de perdernos en comentarios más subidos de tono, casi eróticos.
Esos minutos de charla se fueron extendiendo en el tiempo y la intencionalidad, alabar y ensalzar sus virtudes físicas actúan como ariete de seducción que vulnera la indefensión de Esther que se va entregando sin lucharla. El instinto de cazador es la paciencia, hacer que la presa deje ser cazada.
La estrategia estaba armada solo falta la oportunidad. En mi casa la excusa de tomar unos tragos con los amigos me permitía tener todo el tiempo para intentar la seducción. Ella sabía que yo ...