1. Facebook me sorprendió (5)


    Fecha: 10/07/2025, Categorías: Hetero Autor: luisfa60, Fuente: CuentoRelatos

    ... ya empapadas, de sudor, suaves sabanas, mudos testigos de lo allí ocurría, tenía la sensación que sus manos se aferraban a ellas cada vez más fuerte, temblorosas, su frágil cuerpo fue poniéndose rígido tensando todos sus músculos explotando ambos en un orgasmo intenso, sintiendo los chorros de semen en lo recóndito de su ser. Ambos acabábamos de descubrir lo que era experimentar la verdadera sexualidad.
    
    Tiene la gran capacidad de reiteración de orgasmos, repitiéndolos aun luego de haber alcanzado el clímax.
    
    Cayo exhausta a mi lado, yo con la imposibilidad de moverme no podía acariciarla, solo atine a decirle:
    
    -Gracias…
    
    Silencio mi boca con un dedo que poso en mis labios, sin dejarme terminar de hablar. Se levantó sin pronunciar palabra, con su ya visto, grácil andar, desapareciendo de mi rango visual, solamente se escuchaba ruido de agua y otros que no alcanzaba a distinguir de donde provenían. Pasado un rango de tiempo que no puedo definir, la veo ingresar a la habitación con una bandeja en las manos, depositándola sobre la mesa de noche, el velador lo coloco sobre un banco contiguo, pudiendo observar mientras lo hacía, que había dejado. En dicha bandeja había un bol con agua, esponja, jabón, toallas y perfume. Desato una de mis manos, coloco la almohada doblada debajo de mis hombros, dejando mi cabeza colgando, inmovilizo nuevamente el brazo libre y empezó, con la esponja embebida en agua tibia a lavarme la cabeza, siguiendo con mi rostros y luego con el resto ...
    ... de mi parte delantera, cuando llego a mi pene se detuvo haciendo hincapié en él y mis testículos, sin obtener respuesta pues no se me paraba, ambos reímos y continuo con el aseo. Al terminar la parte delantera, sus manos fueron hacia los elementos que me tenían inmóvil, fui siendo libre de ataduras.
    
    –Gira hacia el otro lado, que las sábanas no tienen semen, ubícate boca abajo.
    
    Sin evitar darle un beso en sus labios, hice lo que me “ordeno” para que inmediatamente retomara ese reparador baño que me venía tan bien. Al término de esa demostración de cariño, le estaba por decir si quería que le haga lo mismo, pero me percate que tenía el pelo mojado, indicándome el ruido escuchado un rato antes, era porque se estaba bañando.
    
    Calculo que el cansancio era mutuo, pues, al término de acomodar los elementos utilizados se recostó a mi lado, me tomo con sus pequeños brazos, haciendo que nuestros cuerpos, cual imanes se atrajeran, los besos, las caricias y la charla sobre lo ocurrido, fueron los detonantes para que Morfeo se acercara a nuestra cama y nos meciera para caer en un profundo sueño.
    
    Cuantas cosas pueden suceder en una sola noche, o en un solo día, por ejemplo, el hecho de descubrir la variedad de sensaciones y cosas que nunca antes había experimentado, y tanto nos quedaba por descubrir.
    
    ¿Soñé? Que las suaves sabanas cubrían mi cuerpo, ellas me besaban y acariciaban, permitiendo que mi descanso sea más placentero.
    
    El despertar del día siguiente fue maravilloso, ...
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