Mi sumisa traía regalo (IV) - Relatos Eróticos

Mi sumisa traía regalo (IV)

... haga, me lo dices a mi vuelta.

Me tome el café y nos fuimos los cinco en el coche de Olga que era el más amplio.

No hizo falta que dijera quien se subía a mi lado, ya que todas asumían que iba a ser MI PERRA.

No tardamos nada, ya que está a escasos cinco minutos en coche.

-Vamos primero a comprar faldas para todas, y algún que otro vestido, y luego iremos a comprar lencería a mi gusto, y zapatos, que por aquí había una buena zapatería.

-A la sirvienta, solo le vamos a comprar, si encontramos de su talla, varios vestidos negros, que va a ser su uniforme cuando no este desnuda, claro.

Estuvimos casi dos horas de compras, en alguna de las tiendas, conocían a Victoria, por lo que guardamos las apariencias.

Al final todas menos yo, iban cargadas de bolsas, la que más compro fue Victoria, y ademas y sin que nadie se lo pidiera pago todas las compras.

Eran ya las ocho de la tarde, cuando dije de irnos.

Al entrar en la casa, y mientras todas cargaban con las compras, yo iba a ir al porche, cuando me lleve la primera sorpresa, se habían metido en el salón, supongo que ya porque estaba empezando a hacer frio, pero el cornudo estaba sentado en el suelo sobre un cojín y le estaba chupando la polla al maricón.

A mí me dio por reír, pero al resto hasta se le cayeron las bolsas al suelo, porque lo que menos esperaban era eso.

En ese momento al darse cuenta de que estábamos alli, el cornudo se separó, e iba a hablar, pero yo me adelante.

-Sigue cornudo y ...

... no derrames nada

Pero no le dio tiempo a metérsela en la boca otra vez, porque el maricón se corrió en su cara.

-Uf.

Solo dijo eso, se separó, se subió los pantalones y se quedó mirándonos, era de pocas palabras en todo, jajaja.

-Vosotras subid y que mi sirvienta se duche y vestidla, pero solo con la lencería, Olga quédate y limpiale la cara al cornudo.

-Y tú ¡maricón¡, desnúdate ¡ya!

Olga se fue hacia su cuñado y se puso de rodillas junto a él a lamerle la cara, ojos incluidos.

Cuando se desnudó el maricón, le indique que ayudara a Olga, poniéndose de rodillas también, momento que aproveche yo, y acercándome a los tres y sin importarme que Olga aun estuviera vestida, me mee en los tres, y ninguno hizo intención de retirarse, al revés, los tres cuando sentían como los meaba hasta abrían la boca.

-Ayudad al cornudo a sentarse, y tú vete a ducharte y cambiarte, y a ti puto maricón de pie en la esquina.

Yo estaba ya empalmadísimo, asi que no espere a que bajaran, y cuando subí, ellas estaban en la nueva habitación de Victoria, y estaban ayudando a Andrea a vestirse.

Estaba que uf, solo se había puesto las medias, supongo que algún trabajo, al tener unos muslos gordos.

Me desnude.

-Dejadla ya, ¡a cuatro patas sirvienta!

-Una a su coño y la otra al culo.

Victoria sabia quien mandaba, asi que,

con cierta reticencia, se puso a chuparle el culo, mientas MI PERRA se metía debajo y empezó a chuparle el coño.

-Victoria cómele el coño a la ...