Mi sumisa traía regalo (IV) - Relatos Eróticos

Mi sumisa traía regalo (IV)

... familia en uno más.

-Como no creo que tarde mucho en venir, vestiros, menos el cornudo y la sirvienta.

A esta le cambio la cara.

-Tranquila que no creo que pase nada, pero no porque pueda perder el trabajo.

Victoria y MI PERRA, subieron a su dormitorio a vestirse, mientras que Olga solo se tuve que volver a meter el vestido.

-Siéntate junto al cornudo.

Se sentó donde le indique, pero iba casi con las lágrimas saltadas, aunque extrañamente su coño se veía brillar.

A los cinco minutos, bajaron madre e hija, ambas se habían puesto un vestido de manga corta. Casi al mismo instante sentimos abrir la puerta y entrar el todo terreno.

-Chúpasela, despacio, y tú cornudo procura aguantar, y a ti no se te ocurra ni mirar a tu marido.

Las otras tres estaban expectantes, aunque ya no se veía cara de preocupación en ninguna, al revés tenían una cara de perras salidas…

Cuando entro en el porche, paso exactamente lo que yo esperaba, se quedó mirando al cornudo y a su mujer, pero no dijo nada.

- ¿Qué te gusta más de lo que estás viendo, a tu mujer chupándola, o a la polla de Diego?

No dijo nada, seguía mirando…

-Te he hecho una pregunta Sergi.

Y seguía sin contestar ni moverse.

-Como veo que te has quedado mudo, tienes un minuto para decidir, o coges a tu mujer y te la follas, aquí y ahora, o la apartas y le comes la polla a Diego.

Menos Andrea que seguía con la polla del cornudo en la boca, el resto me miro con cara de asombro.

Y aun se ...

... asombraron más, menos yo que estaba seguro de lo que iba a hacer, cuando dejándose caer de rodillas junto a su mujer, le quito la polla de la boca y se tiró a comérsela con ansia, y no era la primera, pero ya me enteraría luego, ahora solo quería llevar razón en que era maricón.

-Jajaja, tenía hambre, jajaja.

Su mujer no dejaba de mirarlo muy asombrada de lo que estaba viendo.

-Córrete en la boca del maricón este cornudo.

-Ag, uf que boca tiene uf me corro.

-Que no se te escape nada maricón.

La corrida del cornudo había sido abundante, y eso era que o le gustaba más la boca de un hombre, o el maricón lo había hecho muy bien, eso hizo que se le derramara bastante en las piernas y los huevos del cornudo.

-Veo que no has sido capaz de tragártelo todo, asi que limpiadlo con la lengua los dos.

El maricón de Sergi, se tiró aun con más ganas a limpiar la leche que se había derramado, y Andrea cuando vio como la miraba yo, se unió a su marido.

-Olga tráeme un café, y vosotros cuando terminéis de pie junto al cornudo.

-Ahora nos vamos a ir de compras, iba a esperar al miércoles, pero no es cuestión de que la sirvienta este desnuda hasta ese día.

Vístete sirvienta, pero sin bragas, el sujetador sí, porque si no te van a asomar las tetas por debajo de la camiseta y la sudadera, y como hoy el Serrallo está abierto, lo dejamos todo hecho hoy.

-Aquí os quedáis los dos, asi cornudo aprovecha y úsalo todo lo que quieras, y la menor pega, que no creo que lo ...