1. Tuve que decir adiós, con la braga todavía empapada por ti


    Fecha: 15/07/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... hacía el amor con sus ojos, no solo era un hombre atractivo, guapo, inteligente, con buena conversación, era un caballero.
    
    Con la excusa de ir al baño, me miraba al espejo, me peinaba y me retocaba un poco el maquillaje, pintándome los labios, estaba realmente nerviosa, sabía que tarde o temprano tendríamos que salir de allí y luego... luego que. Una parte de mi cabeza únicamente me indicaba un camino y la otra apoyada por el estado de excitación de mi cuerpo, otra bien diferente. Me miré por última vez en el espejo, el semblante triste de mi rostro lo decía todo, había tomado la decisión correcta aunque fuera en contra de los sentimientos que en esos momentos sentía y salí del baño, nada más salir, en la misma puerta Jose me cogió por la cintura atrayéndola hacía él y me beso en los labios, tuve que apartarme, tuve que decirle que no, pero no solamente le deje que me besara, sino que mis labios se enganchaban a los suyos y nuestras lenguas bailaban como dos bailarines en un escenario donde nada más hay un foco iluminando.
    
    Jose había hecho lo que tanto deseaba, lo que tanto deseaba yo, pero que no me atrevía hacer y había vencido a los miedos que tenía, me había cambiado la cara y dejaba que en aquel pasillo oscuro sin miradas incómodas me besara y acariciara mis pechos por encima de mi blusa, mi espalda apoyada en la pared mientras que su cuerpo se pegaba al mío y sentía como su mano derecha bajaba por mi costado hasta llegar a mi falda, notaba la excitación en mí, ...
    ... como mis labios vaginales se rozaban con mi tanga, como empezaba a humedecerlo y como mi respiración aumentaba con el corazón latiendo fuertemente. Me había levantado mi falda y con la palma de su mano apretaba mi coño, buscando la manera de bajar un poco mis medias y meterse por debajo de mi tanga, Jose me besaba en el cuello y mi excitación iba en aumento, los jadeos y primeros gemidos aparecieron sin que nadie pudiera notar nada hasta que observe una sombra que se acercaba al fondo del pasillo, instintivamente con las manos le aparte, nos miramos en segundo y empecé a bajarme la falda justo cuando nos cruzábamos con dos señoras que iban al baño y que nos miraban y cuchicheaban. No sabía lo que habían visto u oído, pero pagamos y nos fuimos de allí, él con más ganas de poseerme que antes y yo con el tanga realmente humedecido y pensando en las consecuencias de todo aquello.
    
    Miraba por el espejo retrovisor y veía que me seguía en coche, no sé ni yo como le dije adiós, quizás no me hizo caso o quizás todo lo contrario y lo que hacía no era más que seguir las instrucciones veladas, quizás el deseo que tenía cuando le dije adiós en el parking.
    
    —Adiós Jose, me ha encantado conocerte, pero tengo que irme a casa ya, son las cinco de la tarde y tardo unos 45 minutos en llegar y más como está el tráfico, mi novio hoy no llegará hasta las doce de la noche, así que… bueno venga ya nos vemos entonces… si tú quieres…
    
    Aparco justo detrás de mi coche, la lluvia nos había dado una ...
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