Antojos - Relatos Eróticos

Antojos

... pija, estaba dispuesta ofrecerle como tributo.

Fue algo doloroso pero a la vez raro, luego de solo recordarlo me enervaba la lengüeta y los pezones.

Asi me hice muy viciosa por ese orificio.

Pero la dicha duro poco, a los cinco años de matrimonio sufre una enfermedad terminal y fallece, asi que de nuevo sola.

Ahora ya bien abierta por todos lados, hice algunas orgias con amigas y amigos, recien en ellas y de grande conocí el amor de otra mujer.

Ahora cuando ya había olvidado esas experiencias, surge esta amiga como potencial amor lesbiano.

Mido 1,60. Peso 55 kilos, no gorda solo rellenita, mis tetas son normales de tamaño pero muy pezonudas, mi culo redondo y armonioso comienza a ablandarse y aparecer tenues estrías que seguramente el tiempo se encargará de acentuar.

Ella, es mas alta 1,75 y su peso lo ignoro pues es relativamente delgada pero sin dejar de ser opulenta en sus tetas, dos moles que atesora en un brasier de 105 y un culo también amplio pero no tanto como sus tetas, le envidio su cintura y lo torneado de sus piernas.

Se nota su gimnasia diaria, lo mismo que mi falta de ella.

Es una bella mujer de fauces muy suaves y bien maquilladas permanentemente con un cabello a media espalda envidiable.

Parece que en su juventud hubiese sido modelo.

Será que me he enamorado perdidamente de ella, que la veo tan agradable?.

Volviendo al inicio de este loco amor.

De nuevo ella me ofreció ir a visitarla pues deseaba hacerme probar un te en ...

... hebras que le han remitido una amigas desde oriente.

Sospeché que el te era solo un pretexto para mostrarme su corazón.

Y asi fue luego de libar la gustosa infusión, me ofreció mostrar su corazoncito a lo que accedí gustosa pues ya el ambiente era propicio para ello y ambas lo estábamos caldeando a nuestro modo.

Se para delante mio y lentamente se levanta su pollera, voy apreciando sus muslos y aparece su conchita, pues no traía puestos calzones, esa flor encerrada entre dos carnosos labios un tanto mas oscuros que la piel que la rodeaba, ya me ponía cachonda perdida, sigue muy lentamente y descubre su corazoncito escarlata y hasta su ombligo adornado con un delicado piercing con una dorada cadenita que sostenía una pequeña gema muy brillante.

Solo atiné a besar su corazón, y al hacerlo sentí como su pelvis tembló en un seguro mini orgasmo, continué mi beso con una lambidita que terminó por hacer que su barriga se sacudiese, allí si en una bella corrida.

Un haaaaa… profundo salió de su boca y su mano acariciaba mi pelo mientras mi boca bajaba en busca de su raja que parecia abrirse para descubrir esa capsula que contenía su ansiado botón del amor.

No me detengo, ávida de dar placer y recibirlo la lambo y mi lengua abre todo a lo largo su concha mientras ella levanta una pierna para facilitar mi caricia.

La mano sobre mi cabeza presiona a que me clave sobre ella, asi un rato hasta que grita un profundo orgasmo acompañado de varias convulsiones hasta sentir ...