La inesperada invitada. Un relato de mitología erótica
Fecha: 27/07/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Insomne, Fuente: CuentoRelatos
La adaptación erótica de una de las historias de los mitos clásicos de la mitología griega.
La fiesta es grande y las personas se están divirtiendo, comían y bebían en cantidades, brindaban en honor a los novios, pero la celebración iba más allá de festejar el amor de un hombre y una mujer porque esos pequeños anillos de oro forjaban una alianza que evitaría el choque de mucho hierro. La unión de los jóvenes herederos es el contrato de paz entre las dos naciones, un acuerdo que acaba con la tensión constante y la sobra amenazante que caía sobre los ciudadanos, trayendo nuevas oportunidades de colaboración y comercio. Por esa razón es que toda la aristocracia está hoy aquí presente, la dicha se siente en el aire, la alegría inunda los salones, ríos de vino y bandejas de comida son repartidos por los sirvientes y la melodía de los instrumentos corona la cálida noche.
En medio de la juerga una mujer que llama la atención de todos entra al salón, portadora de gran belleza camina con seguridad entre los invitados, viste un quitón negro que lleva de una forma muy provocativa, dejando caer un prominente escote que revela sus hermosos pechos, con el lado abierto atado con una cuerda sobre la cadera, flojo, de forma tal que se aprecia su cintura y deja escapar su pierna en cada paso, sostenido en sus hombro por delicados prendedores de plata al igual que los adornados que sostienen su cabello oscuro y ondulado, que cae voluptuoso por su espalda hasta alcanzar su cadera. Hombres ...
... y mujeres la recorren con la vista por igual, desde los brazaletes que adornan sus finos brazos, hasta los collares también plateados que cuelgan de su cuello largo y terso.
Se acerca a una de las mesas con comida para coger la manzana más roja del lugar, le da una lenta mordida abrazándola con sus labios, pero aun así el jugo se escapa por la comisura de su boca y recorre su mejilla. Al mismo tiempo sus ojos del color del abismo, con la profundidad del cielo nocturno, se clavan directamente en los del novio en una mirada penetrante que él puede sentir por el escalofrío que recorre su espalda, su corazón que da un salto y sus palmas que se empapan, lo que provoca que la copa de bronce se le escurra entre los dedos y caiga al suelo derramando el último sorbo de vino. El sonido del metal vuelve a hacer marchar el tiempo que parecía ralentizado por la llegada de la inesperada invitada, los sirvientes inmediatamente limpian, los músicos continúan tocando y el festín retoma su alegría.
Susurros saltan de oído en oído sobre la inesperada invitada, que se pasea por el lugar solitaria sin dar importancia a las docenas de ojos que la observan. Nobles de todas las estirpes se consultan curiosos sobre la identidad de la dama, al parecer nadie está relacionado o la ha visto nunca. Su presencia imponente intimida hasta a los más atrevidos mujeriegos que ven este tipo de eventos sociales como su campo de caza, ni las arpías más venenosas osan aproximarse con sus afilados comentarios ...