DESPEDIDA DEL AÑO VIEJO
Fecha: 28/07/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: andy, Fuente: RelatosEróticos
... anteriores me había imaginado recibir una invitación de ella que terminaba en una fornicada a todo vapor, lo que me había producido una excitación y endurecimiento del pene, que fue necesario masturbarme para que éste volviera a quedar en posición pasiva.
De inmediato le respondí: “Con gusto, mi querida Anita, vendré puntual.”
Me despedí, subí a mi carro y me dirigí rápidamente a hacer lo que tenía que hacer, pensando solamente en el encuentro vespertino que tendría con esa, a mí entender, estupenda mujer.
Bien bañado, perfumado y con ropa cambiada, a las 4 p.m.
ya estaba tocando la puerta de Anita. Me recibió con un beso en la mejilla, alabando mi puntualidad.
Tenía a la vista y junto a un sofá una mesa auxiliar con un par de vasos, una
botella de whisky, otra de ron, hielera y un par de Coca-colas.
-
Te sirvo un trago, me preguntó
.
Si gracias, respondí.
-
Esto nos relajará un poco y nos quitará la tensión del día, acotó, sirviendo un par de whiskies en las rocas
.
Nos sentamos en el sofá, con el vaso en la mano e hicimos el primer brindis.
Me pidió que le contara lo que había hecho en el día y así lo hice, mientras que ella se sentaba sobre su pierna derecha dejando a mí vista sus redondas rodillas e inicio de los muslos.
Como ella me miraba a los ojos, yo no atinaba a apreciar esas piernas que tanto me atraían. Así nos bebimos dos whiskies cada uno, servidos generosamente por Anita.
Luego de escuchar todas las ...
... trabajosas gestiones que había realizado en la mañana, levantándose me dijo “
pobrecito, debes estar agotado
”, se ubicó detrás de mi espalda y empezó a darme un masaje en el cuello y los hombros, diciéndome que cierre los ojos y me abandone a sus cuidados. Así lo hice mientras que me imaginaba las curvaturas del cuerpo que estaban detrás de esas manos y brazos.
Por momentos se inclinaba y sentía sobre mi cabeza las redondeces de sus senos. Sus suaves e inteligentes manos que empezaron masajeándome sobre la camisa, suavemente y poco a poco
fueron desabotonándomela con el pretexto de alcanzar mejor mis hombros. Mientras me masajeaba me soplaba delicadamente sobre el cuello y me pidió luego que me aflojara y me sacara toda la camisa, diciendo:
–
Mira como estas de tenso, me dijo. Verás que bien te vas a sentir
.
Me hizo separar del respaldo de la silla donde me había ubicado y empezó a pasar sus manos por toda mi espalda haciendo un poco de presión, luego empezó a masajearme los pectorales por encima de mis hombros, acercándose más sobre mi cabeza lo que la llevaba a colocar sus senos al lado de mí cabeza y con el vaivén de las manos, estos me golpeaban suavemente las orejas y los lados del cuello.
Después de un rato, me empezó a recorrer toda la espalda, cuello y tórax con las yemas de los dedos para seguir delicadamente con las puntas de sus uñas, casi rozando la superficie de mi piel.
Entonces, empecé a sentir una progresiva excitación que me hicieron ...