1. Femdom de cuarentena. De novio a esclavo en castidad (8)


    Fecha: 29/07/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: iñigogom, Fuente: CuentoRelatos

    ... que dura eres. ¿No puede ni tocarte? ¿Y qué hacéis entonces?
    
    -Pues otras cosas jajaja. Y a veces si se porta bien le recompenso escupiéndole en la boca. Eso le gusta mucho.
    
    -Quééé. –Dijeron las dos al unísono. Yo me puse más rojo que un tomate. No pensaba que Nuria diría algo tan íntimo. Pero ya no había marcha atrás, Nuria estaba pasándoselo muy bien, y quizá por su borrachera se estaba atreviendo a hacer cosas que de sobria no haría.
    
    -Sí jajaja. ¿Queréis verlo?
    
    Ellas respondieron con un tímido “vale”, y Nuria me mandó abrir la boca, a lo que me negué por puro orgullo.
    
    -Bueno, pues nada. Ahora se hace el orgulloso jajaja. Mira Iñigo, si no aceptas mi saliva ahora, no te la voy a dar en meses. ¿Me escuchas? O sea que tú verás.
    
    Ese chantaje no me lo esperaba, y realmente no podía hacer nada, no tenía elección. Me gustaba demasiado como para concederlo, por lo que decidí tragarme su saliva –y mi orgullo-. Abrí mi boca. Nuria sonrió, y acariciando mi pelo me dijo: muy bien. ¿véis como le gusta? Bueno, pues ahora no sé si escupirte o no. ¿Qué opinais chicas? ¿Se lo concedo o no?
    
    -Síii. –dijeron las dos medio riéndose.
    
    -Está bien, está bien. Pero lo vamos a hacer más interesante. Voy a escupir en un vaso, y lo bebes desde ahí.
    
    -Vale, respondí.
    
    Entonces Nuria cogió un vaso de chupito que estaba en la mesa, lo limpió con agua, y escupió una buena flema de saliva, de esas densas que se acumulan durante minutos. Las chicas respondieron con mucho asco, ...
    ... medio mirando y medio desviando la mirada. Pero el morbo de la situación era superior al asco que sentían. Nuria me dio el vaso, y me lo quedé mirando. Esto era algo nuevo para mí, y la verdad que no me ponía mucho, y además las chicas me contagiaron un poco el rechazo que ellas estaban sintiendo. Como Nuria me vio que dudaba, me dijo que tenía cinco segundos para beberlo entero o me quedaba sin correrme otra semana.
    
    -Está bien, está bien, ya voy. - Con bastante asco, cogí el vaso y lo incliné rápidamente sobre mi boca, como si de un chupito del peor tequila se tratara. Lo que pasa es que la saliva es mucho más viscosa que el alcohol, y no se deslizó toda la saliva al momento. Tuve que esperar varios segundos con la boca abierta a que bajara todo, lo cuál fue demasiado para las chicas, que se negaron a verlo. Mientras, Nuria se mostraba como la reina que era, y estaba más que cachonda.
    
    Helena y Camila se mostraron poco receptivas a más pasos, y como Nuria no quería forzar nada, por decisión suya nos dimos las buenas noches con las chicas y nos metimos al cuarto. Allí, sin volverme a poner la jaula de castidad, me ató de manos y piernas a la cama, y sentándose en mi pecho, me dijo:
    
    -Te vas a cagar.
    
    Antes de que me diera tiempo a responder nada, Nuria me estaba escupiendo en la cara. Yo cerré los ojos y sentí como la saliva fluía por mis mejillas. Me escupió de nuevo, cerca de la nariz. Y de nuevo, en la frente. En los labios, en la barbilla, en los ojos. No dejó un ...
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