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Una botella y unos amigos
Fecha: 31/07/2025, Categorías: Bisexuales Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos
... conservaba la ropa puesta y se acariciaban y besaban. En esa posición a cuatro patas el culo de Yolanda en pompa era una tentación que otro de nuestros amigos aprovechó. Se clavó en ella con suavidad. No quería perderse el espectáculo que tenia delante por ser demasiado brusco. Yo notaba los empujones del chico en aumentos de la presión de su lengua en mi coño y en la base de la polla que me taladraba. Acariciando la espalda de la rubita las sensaciones se multiplicaban y se concentraban en mi vulva. Las manos de él agarrando mis pechos, las de ella aferradas a mis nalgas entre los dos cuerpos para no separarse de nosotros. Sus suaves gemidos, que se confundían con los míos y los de los chicos. Prodigados entre lamidas como refrescantes soplos de aire en mi ardiente pubis. Mis ojos clavados en los del chico que se la follaba viendo su expresión de pura lascivia. Rodeados de cuerpos desnudos y de pieles que se frotan y acarician. Estaba a punto de correrme ya por no se cuantas veces esa noche y las contracciones de mi vulva llamaban al orgasmo de mi amante. En ese momento noté como su lefa inundaba el condón y su polla comenzaba a aflojarse dentro de mi coño. Con un último empujón el otro chico se corrió en el xoxito de la rubia. Sabía que Yolanda aún me deseaba y yo le correspondía. Mientras los chicos recuperaban ...
... fuerzas a un lado, me dejé caer a la alfombra y repté bajo su voluptuoso cuerpo. Ahora nosotras estábamos en un sesenta y nueve. De su coñito rezumaba el semen de quien se la había follado y me relamí saboreando la mezcla de semen y jugos vaginales. Ella estaba encima de mí y tenía una vista privilegiada del xoxito y el culo que estaba lamiendo. Pero no mucho más, así que cuando una polla bien dura sin pellejito se acercó a penetrarla dejé el hueco en sus labios. No era ninguno de los anteriores, sino un chico nuevo pero también parecía dulce y cariñoso. La polla fue entrando despacio. Y me dediqué a lamer sus huevos. Sin dejar el clítoris de mi amiga naturalmente. Aunque yo también recibía las atenciones de una lengua o dos solicitas en mi coñito y culito. En ese momento todo eran sensaciones. Cuando se corrió dentro seguí lamiendo disfrutando de su semen y de los jugos de mi amiga mezclados saliendo de su preciosa vulva depilada. Había perdido la cuenta de las veces que me había corrido. Pero ni eso me importaba, lo genial era el ambiente de puro sexo y lujuria que se había desatado entre nuestros amigos. Así sabía que a partir de entonces podría disfrutar y follar sin complejos. Hacerlo con mis amigos, al menos los que no eran exclusivos con otros chicos y con mis amigas, las que compartirían mis gustos por otras mujeres.