1. Conociéndola


    Fecha: 02/08/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Edu y Pam, Fuente: CuentoRelatos

    Verte con una blusa, clara, delgada, de tacto suave, sin nada debajo, pudiendo distinguir tus hermosos y antojables senos mecerse armoniosamente a cada paso tuyo, mientras te acercas a mi para besarme, como tú sabes hacerlo, con tu boca exquisita, sensual. No me quitas la mirada de los ojos, y me pegas tu cuerpo. Tus labios se funden con los míos, nuestras bocas se unen, nuestras lenguas hacen contacto inmediatamente. Tu respiración se vuelve entrecortada al poner mis manos sobre tu cuerpo, desplazándolas con un roce apenas perceptible a lo largo de tu costado y llegando a esa cadera que hace voltear a hombres y mujeres por igual.
    
    El beso se interrumpe brevemente, acercas tu boca a mi oído y en un susurro pausado, con tu voz muy sensual me dices que amas, mientras nos abrazamos fuertemente y tu boca regresa a besarme con esa pasión tan tuya que es conquistadora, excitante, incitado al amor y difícil de resistir.
    
    Me pegas tu cuerpo de nuevo y siento tus senos hinchados de excitación. Tus pezones erectos se distinguen retadores a través de la fina tela de tu blusa, haces que rocen con mi pecho.
    
    Te separas un poco y abres mi camisa y, con un movimiento muy sensual tuyo, liberas los botones de tu blusa, apartando la delicada tela, para volver a restregar tu cuerpo con el mío. Tu rostro muestra la excitación que te provoca sentir tus senos apoyados en mi torso ahora desnudo.
    
    Tu boca me besa rico, intensamente, recorro tu comisura con la punta de mi lengua y abres ...
    ... tus labios ligeramente para sentirla en tu proximidad. Muevo mi cara y ahora mis labios buscan y alcanzan tu cuello, por debajo de tu cabello y me dedico a besar cada parte de tu hermosa piél, sabiendo lo mucho que te excita ello. Un gemido de pasión me deja ver que estoy en la ruta correcta.
    
    Hay poca luz en el lugar, pero permite distinguir con claridad las partes de tu cuerpo. Mis manos te recorren toda. Yo estoy sentado en uno de los bancos, tu permaneces de pie entre mis piernas frente a mi. Tu mirada denota una gran excitación. Vuelves a acercar tu boca a mi oido para decirme que me amas, que me deseas, que estás muy excitada con todo lo que ha pasado y que estás disfrutando todo. Seguimos abrazándonos, acariciando nuestros cuerpos y te digo que yo también te amo y que te deseo mucho.
    
    Levanto tu falda, meto mis manos debajo de la tela delgada, y recorro la parte alta de tus muslos, hasta llegar a la curva donde dan comienzo tus nalgas, acariciándolas con un roce cuidadoso, delicado, que te hace estremecer ligeramente y dejar salir otro gemido entre de sorpresa y de excitación. Nuestras bocas se encuentran de nuevo y nos besábamos.
    
    Entre las sombras del lugar, percibo al fondo la silueta de una mujer parada en el umbral de la puerta. Da un paso adelante, permitiendo que la tenue luz del lugar bañe su rostro y su atractivo cuerpo, y observo que no pierde de vista nuestras caricias y besos. Cuando se da cuenta que la veo, cruzamos la mirada, sonríe seductoramente y ...
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