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Dime que me quieres.
Fecha: 02/08/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ver a su mujer así. Como una vulgar puta. Quizá mañana se divorcien. Quien sabe. Una cosa es segura. Rebeca no llora esta vez en el coche. No siente dolor. Ni culpa. Ni nudos en el estómago. Está tranquila. En paz. Lo que tenga que ser, será. Llega a su casa y mete las cosas en la lavadora. Roberto está en el despacho. Acabando unos informes que tiene que mandar mañana a primera hora. Ella cumple con lo prometido y le besa, largo, con lengua, le pasa su aliento. Ella aún nota el sabor a polla en su garganta. No sabe si Roberto nota algo. Desde luego no dice nada. Tiene la cena lista en la cocina. Tapada con papel de alumnio. Debora cada bocado. Hambrienta. Agotada. Se va pronto a la cama. Lee un poco pero se le cierran los ojos. Su marido entra a darle las buenas noches. Le da un beso cariñoso y le pide que apague la luz cuando salga. Él se va. A sus cosas. Ella duerme plácidamente. Al día siguiente la levanta el olor a café. Roberto le ha preparado el desayuno. Está de buen humor. Féliz. Desayunan juntos y se despiden. Hoy ella lleva a los chicos al colegio. La semana avanza normal. Ella se acuesta pronto cada día. Él desparece y no vuelve a la habitación hasta muy tarde. Alguna noche ella se despierta ...
... cuando él se mete en la cama. Imagina que se está matando a pajas con los videos que hizo con Bilal. El fin de semana salen con unos amigos. Lo pasan bien. Vuelven a follar. Y no son 20 minutos. Por lo menos se tiran 2 horas follando. Roberto está algo mas guarro de lo normal. Visiblemente excitado. Es rico. Llega el miércoles. Ella se vuelve a vestir bastante puta. Incluso más que la semana anterior. Apenas lo ha pensado en la semana pero hoy se pregunta se Bilal tendrá los cojones de traer a Marcus. Mira a su marido desde la puerta de la cocina y piensa que él si lo sabe. Lo habrán hablado. Si Marcus aparece en el hotel a romperle el culo será porque Roberto ha dicho que sí. Tendrán todo planeado. De repente se da cuenta que se le puesto el coño húmedo. Se va y su marido sale a despedirla a la puerta. Camina hacia su coche mientras él la observa. Ella se para a medio camino y vuelve hacia él. Se queda parada mirándole a la cara unos segundos. - Dime que me quieres Él se queda mirándola y la besa. Apasionadamente. Es un beso largo, caliente, intenso. Ella le baja la mano por su abdomen, llega hasta su polla y se la toca por encima del pantalón. Está dura como una roca. Él contesta. - Ya sabes que te quiero.