La rebelión de mi madre (XIII): Prisión domiciliaria
Fecha: 07/08/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: hectornieto, Fuente: CuentoRelatos
... grandes producto de las continuas peleas a las que se ha enfrentado.
El trato conmigo es casi protocolar, como si no quisiera hablarme, solo se limita a comer, leer, arreglar el jardín y tomar té sola mirando el atardecer.
Su físico ha cambiado, su espalda está más grande, sus brazos fuertes, sus piernas torneadas, su abdomen está duro.
Las enfermeras no duran mucho, y cuesta conseguir sabiendo su prontuario, se pelea y las amenaza.
Esto lleva que tenga que trabajar desde el domicilio, buscar otras formas de trabajo que me obliguen a permanecer el mayor tiempo posible con mi madre.
La psicologa me sugiere que trate de compartir tiempo en las cosas que le agradan a ella para que se abra.
Es así que dedico tiempo a la huerta y al jardín que parece tranquilizarla.
La primavera está levantando las temperaturas y el trabajo en la tierra hace que usemos ropas más livianas.
Aguanto lo máximo que puedo, no quiero sacarme la remera en frente de mi madre.
Trabajar la tierra nos hace transpirar. El sudor moja mi remera. Y la blusa de mi madre también se humedece.
Usa un pantalón que se le pega al cuerpo, bombacha de campo pero elastizada. Está preparada para el trabajo en la tierra. En cambio yo solo con un jean y una remera que no combinan.
Comienza a hablarme, a contarme cuan importante es tocar la tierra después de tanto tiempo entre barrotes y cemento.
Me enseña como plantar correctamente cada planta, y eso me permite estar mas cerca.
Tiene ...
... el cabello recogido, un sombrero de paja que la protege del sol.
El calor y el esfuerzo la sonrojan y hay gotas de transpiración en su rostro.
No solo en su rostro, también en su cuello y en su escote.
Trato de concentrarme en la tierra, en las plantas pero cada tanto se me escapa la mirada hacia las gotas que ruedan hacia ese escote que los invita a confluir.
Pasa la tarde y la oscuridad nos lleva a dejar todo como está y seguir a la siguiente jornada.
Caminamos juntos hacia la casa. Al llegar vemos que estamos llenos de tierra y barro en el calzado y la ropa.
Mi madre me mira un instante pero no dice nada.
Antes de entrar se saca el calzado.
Me pide que me de vuelta, que no mire.
Se saca la remera, y se baja el pantalón, queda solo con su ropa interior puesta. ¿como lo se? Porque no me resistí y desvié mi mirada hacia ella.
Su cuerpo totalmente trabajado, con cicatrices, y los distintos colores por el efecto del sol son resaltados por el brillo del sudor en toda su piel.
"voy a bañarme, después de mí te toca a vos, sacate la ropa acá así no ensucias todo" dijo mi madre mientras ingresaba a la casa.
La miro completamente. Veo su andar hacia el interior. Allí hay un gran espejo que me refleja mirándola.
Ella me vé mirándola. Pero inmediatamente saca su mirada como haciéndose que no se da cuenta.
Su paso se vuelve más lento. Su mano va hacia su espalda y se desabrocha el corpiño.
Por ese gran espejo veo sus tetas libres, enormes, ...