Fantasía de tres tríos (segundo trío)
Fecha: 08/08/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Vaquita, Fuente: CuentoRelatos
... presentado a varios caballeros como tus “amigos”, ¿has hecho el amor con alguno? –interpelé directamente.
–Sí, a todos los que conoces, y a otros más, me los encamé, pero tuvieron un mal desempeño amoroso. Supongo que a mi ex le ha pasado igual, al grado de que a veces nos vemos sólo para coger, pero, al concluir el coito volvemos a pelear.
–No puedo creer que, acabando de coger se puedan pelear. Es el momento de descansar plácidamente una sobre el hombro del otro, o uno sobre las tetas de la otra –ejemplifiqué.
–Así serán Miky y tú, que sí tienes tetas grandes, las mías son normales, soy tan normal como mi hermano, quien tiene pito regular pero que tira, o tiraba, mucha leche –dijo haciendo una mueca de haberse ido de la lengua.
–Bueno, mis medidas se pueden ver a simple vista, no necesitan encuerarme, pero lo del tamaño del pito y, más aún, lo lechudo de mi marido… A ver, ¡explícamelo! –le solicité.
–¡Ay, perdóname! No quise ofenderte. Se nota lo de las tetas, bien formadas, y es por eso que Miky se prendó de ti. Lo demás tiene su explicación, pero no sé qué tan correcto sea que lo conozcas –me advirtió.
–No te preocupes por mí, yo soy de mente amplia. Pero si hablar de eso te perturba…, dejémoslo ahí –dije y me arrepentí pues seguramente quedaría cancelada esa vía.
–Gracias, quizá después lo haga. Bueno, en realidad comenzó como cosas de muchachos calientes –dijo mostrando nerviosismo.
–¿Ustedes dos tuvieron sexo a temprana edad? –pregunté con ...
... asombro.
–¡No, sexo no! –exclamó –En fin, te lo platicaré, aunque quizá no deba… –Dijo y me platicó lo que yo ya sabía y me había contado Miguel–, pero no paró en la juventud, pues varias veces lo he visto espiándome y yo… Yo me caliento y sigo posándole encuerada –concluyó.
–¿Él se da cuenta que le posas en esas ocasiones? –pregunté, porque esa parte yo no la sabía.
–No creo, pero lo que me doy cuenta en las cámaras de seguridad es que suelta más leche que otras veces –dijo con mucha seguridad.
–¿Cámaras de seguridad…? –pregunté interrumpiéndola y sintiendo mi cuca mojada.
–Cuando me divorcié, quise tener mayor protección y coloqué ocho cámaras. Uno de los días que vino Miky para llevarme a tu casa, me di cuenta que subió a espiarme mientras me arreglaba, tal como lo hacía de joven. Por eso coloqué otras dos en sitios estratégicos uno acechando la entrada de mi recámara y otro en el sanitario de abajo, incluidos los micrófonos –explicó.
Aunque lo sospechaba, me confirmó el porqué de esos sitios y lo que Miguel hacía: jalársela mientras la veía y masturbarse en el sanitario. Rosalía lo contaba con una arrechura que me calentaba, y yo, disimuladamente, me apretaba las tetas y me sobaba el pubis. Luego pasó a contarme sobre otros prospectos, pero sin muchas esperanzas en los resultados ya que ellos no parecen entusiasmados. Pero también dijo estar dispuesta a pagar por sexo ya que lo necesitaba y las masturbaciones ni los dildos le daban el cariño que deseaba. ...