1. Mi primo me hace gozar una y otra vez


    Fecha: 09/08/2025, Categorías: Incesto Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... dije:
    
    —Por favor… sálvame, me quiere hacer cosas feas… Y le sonreí.
    
    —Sos tremenda… Si no queda más remedio… Flaca, mi primita no se siente bien, voy a acompañar a la mocosa. Le dijo a la morocha y “el mocosa” me llenó de bronca.
    
    Empezamos a caminar y no íbamos para lo de los tíos. No dije nada. Se detuvo frente a una casa y me dijo:
    
    —Estas a tiempo…
    
    —Si es tu casa, entremos. Dije.
    
    Y entramos, pero me sorprendió nuevamente cuando me dijo que me siente en el living.
    
    —Mocosa, ¿Whisky, Gin, Vodka, Cerveza, Vino?
    
    —Cerveza por favor.
    
    —Ya vengo.
    
    Dos minutos después me dio una lata, y se sentó frente a mí.
    
    —Soy tu primo, bastante más grande que vos. Nunca hago esta pregunta, pero a vos sí: ¿Por qué?
    
    —Facu, en serio sos jodido. Es la pregunta más baja libido que existe.
    
    —Contéstala.
    
    —Porque me dejaste loca hace cinco años, me besaste de una forma que ningún otro me beso, y hoy, por favor, me diste un place que nunca viví. Necesito, quiero hacer el amor con vos.
    
    —¿Hacer el amor? Wow…
    
    —Sí. ¿Y vos, por qué?
    
    —Mocosa, termina la cerveza y te cuento. Me dijo.
    
    No discutí, era inútil tratar de que responda. Termine la cerveza y estruje la lata. Se puso de pie, me tomo la mano y fuimos a su cuarto. Yo tenía puesta una camisa y una mini. El calzado me lo saque yo. Sin tacos, apenas le llegaba a la barbilla. Facu se sentó en la cama aún vestido y lentamente fue desabrochando la camisa, sin dejar de mirarme a los ojos. Siguió el cierre de la ...
    ... mini, que cayó al suelo. Se puso de pie, se quitó la remera y el jean. Con una dulzura tremenda me hizo acostar y él se tiró a mi lado.
    
    Nos comenzamos a besar, lenta y suavemente. Los besos como nuestra excitación fueron subiendo en intensidad, de pronto sentí que con una mano, desprendía mi corpiño, y me lo termine de quitar. Otra vez su boca busco mis pechos, los besaba como en la playa, pero ahora intercalaba pequeños mordiscos y succiones en mis pezones. Yo estaba prendida fuego. Otra vez mi concha estaba inundada.
    
    Otra vez su mano a mi concha, pero ahora, por debajo de mi tanga. Y se puso a jugar con mi clítoris con sus dedos sin quitar su boca de mis pechos.
    
    —Facu, me estas destrozando la cabeza. Alcance a decir.
    
    —Goza mocosa, quiero que goces como nunca. Me dijo suavemente.
    
    Y claro que estaba gozando. Con delicadeza separo mis labios vaginales y paso un dedo entre medio, haciéndome desean que me lo entierre. Pero no lo hizo. En cambio, dándome suaves besos fue bajando con su boca, al tiempo que con sus manos me quitaba la tanga.
    
    Ahora sus manos se ocupaban de mis pechos, y su boca de mi clítoris. Casi me muero cuando lo succionaba entre sus labios y fue peor cuando lo tomo con cuidado entre sus dientes y le daba pequeños golpes con su lengua. Estalle en uno o mil orgasmos, no puedo saberlo.
    
    Siguió bajando y fue su lengua la que entró en mi concha. Era un hierro encendido que me penetraba y salía. Sus dedos jugaban con mis pezones, retorciéndolos con ...
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