1. Con mi ex novia y su hermana, segundo día


    Fecha: 11/08/2025, Categorías: Incesto Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    La charla siguió mientras desayunábamos, y las miradas de Cata eran super caliente. Yo la miraba a Carla y le guiñaba un ojo.
    
    —Sos un animal, me hiciste mierda el culo… pero que placer sentirte por favor… –Dijo Cata.
    
    —Y tu culo, un placer gozarlo.
    
    —Desgraciado… —Dijo Carla.
    
    —¿Celosa? —Pregunto Cata.
    
    —Muy…
    
    —¿Les parece si voy a hotel, paso por un shopping y traigo mis cosas, aunque sea hasta mañana? —Pregunté.
    
    —Me encantaría, ¿vos tenés algún problema Cata?
    
    —Para sentarme… No, al contrario. ¿Puedo ir con vos Sergio? Necesito pasar por una farmacia.
    
    —Por supuesto.
    
    —Ojo lo que haces Cata…
    
    —No estoy para hacer nada… te lo aseguro.
    
    Subimos a mi camioneta y nos dirigíamos a Córdoba cuando Cata me preguntó:
    
    —¿Qué pensás Sergio?
    
    —¿De qué hablas?
    
    —De mi hermana.
    
    —No pienso nada Cata… ni pienso decir nada.
    
    —Y si yo te dijera…
    
    —Si llegas a decir algo, paro al costado de la ruta y te rompo el culo otra vez.
    
    —Sos muy capaz… —Dijo y la miré sonriendo.
    
    Mientras yo retiraba mis cosas y pagaba el hotel, Cata me esperaba en la camioneta. Subí y me guio a un shopping donde entre otras cosas había una farmacia. Ella compro un par de cremas y fuimos a ver una malla para mí.
    
    —¿Qué te parece esta? —Le pregunté mostrándole una sunga.
    
    —Que es una bestialidad si te pones eso…
    
    —Tu bikini no es mucho menos…
    
    —Cierto…
    
    Volvíamos y Cata miraba hacia adelante pensando.
    
    —¿Qué pensás? —Pregunté.
    
    —Te vas a reír de mí… Estoy mojada… ...
    ... nunca me pasó con un tipo, acordarme de anoche y mojarme…
    
    —¿Puedo comprobarlo?
    
    —Sergio, no seas hijo de puta…
    
    Vi que metros más adelante había un espacio para hacer picnic, arbolado y vacío y detuve la camioneta.
    
    —¿Qué vas a hacer?
    
    —Comprobar lo que dijiste.
    
    —Sergio…
    
    —Bajemos…
    
    Bajamos y aprovechando que estaba con una mini, puse mi mano sobre su tanga y estaba empapada. Ella suspiro y me miró seria…
    
    —Muy mojada… —Dije y tomándole la cabeza le di un beso con todo.
    
    Ella dejo los brazos colgando, sin abrazarme. Sin dejar de besarla llevé mi mano nuevamente a su concha y corriendo la tanga, la fui acariciando y jugando con su clítoris. Me sorprendía que no se moviese, y se dejase hacer. La hice girar, apoyando su pecho contra la puerta de la camioneta y ella separo las piernas y puso sus manos al costado de la cabeza.
    
    Besándole la nuca, tome una de sus manos y la apoye sobre mi pantalón, justo sobre mi pija que estaba parada. Ella suspiró y la acariciaba, con una mano, fui a su culo y ella separó aún más sus piernas. Puse mis dedos sobre su culo y ella se estremeció, lentamente fui acariciando su ano, en círculos, pero sin penetrarla. Empezó a gemir sin parar y me apretaba la pija por sobre el pantalón…
    
    Con una mano le apretaba un pecho, mientras con la otra jugaba en su ano, o en el clítoris, pero siempre sin penetrarla. Cuando sentí que estaba por llegar a un orgasmo, me separé y le dije:
    
    —Subí, vamos.
    
    —¿Qué?
    
    —Que subas.
    
    —Subió y ...
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